sábado, 8 de mayo de 2021

A MI XXVII PROMOCION DEL COLEGIO SAN LUIS

Nos recibimos 36 a fines de diciembre de 1956, pero aumentamos a algo más de 70 al incluir antiguos compañeros que tuvieron que culminar sus estudios en otras aulas. 26 han fallecido y algunos viven en el extranjero. Muchos han perdido contacto con la Promoción por cosas circunstanciales de la vida. Lo que no se puede olvidar esta tarde de mayo es el recuerdo de nuestros años formativos, cuando la gran mayoría de colegios y familias preparaban los ciudadanos del futuro.

Ocho décadas transcurridas nos encuentran ad portas de un “día D electoral” donde se determinará si el país levanta vuelo o sufre un descalabro abismal. Nada mejor que inspirarse en recuerdos felices para analizar nuestro presente político y, en rueda de amigos, expresar ideas que puedan asistir a “desconcertadas gentes”.

Como ya se explicó en una comunicación anterior, pobreza e ignorancia han permitido crecer al comunismo latinoamericano, pero fue la corrupción el ingrediente fundamental para conquistar naciones. Los peruanos hemos visto la tragedia de Venezuela cuando Hugo Chávez tomó el poder en 1998 y, a la muerte de éste, Nicolás Maduro lo sucedió en 2013. Mientras tanto, la corrupción campeaba en el Perú, una mezcla de débil democracia con algunos sistemas autocráticos. Los gobernantes de los últimos 20 años han sido encarcelados por corrupción, mientras la población no parecía reaccionar. A la hora de votar, una semana antes de elecciones, solo importaba lo que decían las encuestas. Los debates eran para países desarrollados. Así llegó el 2016, que nos trajo el ejecutivo de PPK y el legislativo de Keiko. En la primera vuelta el comunismo solo obtuvo 18% de votos. La pelea entre demócratas posibilitó el encumbramiento de un golpista, corrupto y mentiroso que, al agregarse la pandemia del coronavirus, originó el desarrollo de un verdadero desastre nacional.

Martín Vizcarra Cornejo tiene que pasar a la historia como el principal causante de la imposibilidad de festejar 200 años de existencia republicana en el Perú. El nombrado solo buscó impunidad para sus crímenes, tejiendo una serie de artimañas que posibilitaran terminar su desgobierno sin ser sometido a la justicia. La pandemia la utilizó para aislar la población mientras se rodeaba de comunistas que infiltraron los poderes ejecutivo, legislativo, judicial y electoral, con el fin de asegurarse un final “amigable”. El engaño y desinformación poblacional fue posible con la compra de una abyecta prensa mayoritaria mediante millonario avisaje.

Mientras la gente fallecía de Covid, la vacunación fue postergada, craso error que sumó a la negación de adquirir pruebas moleculares, ventiladores mecánicos, camas UCI y finalmente, oxígeno medicinal. La necesaria vacancia presidencial fue seguida de disturbios previamente organizados por el Foro de Sao Paulo. El acobardado Congreso, se dejó arrebatar la junta directiva por una minoría comunista, la que impuso un cómplice del vacado para conducir el país a un fraudulento proceso electoral. El comunismo y el corrupto Odebrecht amenazan convertirnos en otra Venezuela. Lograron contener la “Ola Celeste” y ahora dependemos de Keiko Fujimori y su conocido anti-voto. Los demócratas nacionales no tenemos otra opción que no repetir el ausentismo del pasado abril y votar por el Perú el 6 de junio.

Lo que preocupa es el numeroso grupo de peruanos que no creen que estamos en guerra. ¿No se dan cuenta que tenemos 1.4 millones de inmigrantes venezolanos refugiados precariamente en nuestro suelo? Ellos son parte de los 4 millones que abandonaron su país huyendo del comunismo que los invadió a pesar de mentirosas promesas pre-electorales. ¿Quieren esos peruanos sufrir la misma experiencia? ¿Se han enterado que la Policía Nacional ha descubierto varias casas limeñas repletas de armas y municiones que parecieran estar viniendo de Bolivia? Estos hallazgos no han provocado la esperada reacción de este gobierno rojo disfrazado de morado.

Según la Constitución el Presidente de la República es el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, pero en caso de traición a la patria, los Organismos Tutelares del Estado deben intervenir para velar por nuestra soberanía, mantener el orden interno y buscar el fiel cumplimiento de las disposiciones de nuestra Carta Fundamental, cautelando los derechos de la ciudadanía. Las FFAA asumen el control del orden interno en caso de establecerse un régimen de excepción, cuando se intenta desestabilizar a la Nación con acciones terroristas y de subversión.

El MOVADEF, brazo político de Sendero Luminoso, no ha debido participar en estas elecciones. Esta verdad de Perogrullo no ha sido enérgicamente protestada por la prensa política y menos por las “mayorías tranquilistas” de nuestro electorado. ¡Qué fácil lo tuvieron el gobierno y su poder electoral! Ahora tenemos congresistas anti-patrias.

Mañana sábado hay un mitin de protesta en defensa de la democracia. Ojalá se consiga un multitudinario respaldo para confrontar a los enemigos de nuestra libertad. Proponemos exigir que no se impida el voto militar. Los llamados a custodiar la elección pueden cumplir turnos de 12 a 12 horas, am y pm. Si el actual presidente intenta ordenar la inmovilización militar, estará favoreciendo al comunismo. Ello, sumado a su escandalosa e ideologizada indiferencia con los abusos de la ONPE, indicaría una flagrante traición a la Patria. De pequeños detalles está llena la historia del progreso de la humanidad. Los diarios, programas televisivos y redes sociales afines a la democracia deberían apoyar este clamor ciudadano.

El problema, queridos amigos, es que este octogenario compañero no puede contactar a Luis García Miró, Antonio Ramírez, Carlos Linares, Phillip Butters, Beto Ortiz o Erasmo Wong. O Alfonso Baella. No digo esto con pesimismo, porque eso sería el siguiente paso a claudicar. Muchos de nosotros somos luchadores de la vida y sabemos cantar el Himno Marista, porque creemos que “en las lides que el mundo nos brinda, a su sombra sabremos triunfar”.

Si me ayudan a tocar puertas, nuestras ideas podrán ser aceptadas por la población. Nosotros, al Perú, no le podemos fallar.


Miraflores 7 de mayo 2021.