martes, 7 de marzo de 2023

¡TRAICION A LA PATRIA!

 

     Un país que permite que terroristas asesinen a 6 soldados porque éstos tenían orden de no disparar no merece vivir en democracia. En el Perú, se mantiene la desprotección judicial a nuestras fuerzas militares para constitucionalmente reprimir acciones terroristas en contra del país.

     La inmensa mayoría de peruanos sabe que, vencido Sendero Luminoso en 1993, el comunismo se alió con la despreciable caviarada nacional para infiltrar estratégicamente el poder judicial y enjuiciar a sus vencedores con el cuento de los derechos humanos de los vencidos. Lo del control educativo e institucional le permitió tomar el gobierno en julio 2021.

     Encarcelado el golpista el 7 enero 2023, el Ejecutivo cayó constitucionalmente en manos de la compinche del golpista, mientras la preparada insurrección terrorista pretendió la toma violenta del poder. Todo esto fue maquinado por el principal espía e instigador cubano, cómodamente instalado desde diciembre 2021 como embajador de Cuba, y hasta ahora intocable por nuestro “gobierno de transición”.

     Los últimos dos meses han sido desastrosos para el país. La presidente y su primer ministro son incapaces de controlar el orden interno causado por los terroristas, nunca reconocidos como tales, sino solo como protestantes o violentistas. El mayor “incendio de la pradera” se concentró en el sur pero incluso se presentó unos días en la capital. La PNP fue enviada a controlar el orden completamente desprotegidos. Cientos resultaron malamente heridos y uno fue quemado vivo en Juliaca. Finalmente se envió al Ejército a colaborar con la Policía, pero insistiendo en la estúpida y criminal orden de no disparar. Mientras tanto, el gobierno continúa temeroso de apartarse de entidades internacionales dominadas por el comunismo y la Cancillería languidece por su inacción

     Lo ocurrido ayer en el río Ilave ha sido una clara Traición a la Patria y el Ejército Peruano tiene que tomar control de la situación, con el apoyo urgente del Congreso de la República y la ciudadanía responsable. ¿Acaso las vidas de seis jóvenes soldados de 19 a 24 años era menos preciosa que la de los 33 millones de peruanos? Si el país es incapaz de reaccionar ante esta monumental injusticia causada por gobernantes de turno, irresponsables, comunistas, mentirosos y cobardes, estará escribiendo una de las más ominosas páginas de su historia.