miércoles, 13 de agosto de 2014

PASADO EL MUNDIAL, SIGAMOS CON LA REFORMA DE LA SALUD


Varios blogueros, comentaristas y periodistas han escrito en las páginas de diarios limeños sus "lecciones que nos dejó el Brasil 2014". Como era de esperarse, la mayoría buscaba revertir nuestras décadas sin participar en tan importante justa deportiva. Personalmente, pienso que un país desarrollado como Alemania nos mostró claramente cómo se hace una Reforma Deportiva: 1) Reconocer los errores y el retraso institucional. 2) Decisiones acertadas conducentes a iniciar un proceso de cambios. 3) Catorce años de trabajo constante y responsable. 4) Inteligente inversión económica.
Hace más de un siglo Alemania fue también el modelo a seguir por los Estados Unidos, más no en el deporte sino en reformar la Salud. Todo comenzó por mejorar la educación médica, tan precaria entonces con sus múltiples escuelas y mal preparados estudiantes. El Perú de hoy, 34 años atrasado en fútbol, aún no ha logrado iniciar una verdadera reforma de su Salud, la cual, en el Global Competitiveness Index 2013-2014, se encontraba en el puesto 95 de 148 países. Mientras tanto, este improvisado gobierno está muy lejos de aplicar los cuatro conceptos del párrafo precedente y ni por asomo considera reformar la educación médica como el paso inicial seguida por países avanzados; cree que, remozando o construyendo hospitales y accediendo a justas demandas salariales, la reforma se pondrá en marcha. Por otro lado, ni las autoridades universitarias o gremiales ni las asociaciones de especialidades médicas han exhibido el liderazgo que nos conduzca a un sistema de salud moderno y responsable. Finalmente, la población continúa al margen debido a una crítica desinformación por los medios de comunicación.   
Retomemos, pues, el tema. En primer lugar, las instituciones mencionadas tienen que reconocer los errores que mantienen a la salud cautiva en el siglo pasado. Solo entonces se pueden tomar decisiones acertadas para iniciar un proceso de cambios. Este proceso tomará tiempo y será muy costoso. Estas son las razones por las que consideramos que una reforma de la salud para el Perú solo se podrá aplicar para la próxima generación, dentro de unos 10 a 20 años, siempre y cuando la iniciemos ahora.
Todo peruano debe saber:
            1. La salud incluye dos componentes, la salud pública y la asistencial. La salud pública o preventiva se concentra en poblaciones y busca mantener la salud en sus aspectos físico, mental, intelectual, social, medio-ambiental y espiritual, a través de acciones colectivas. La salud asistencial o reparativa se aplica en individuos, para diagnosticar y tratar la enfermedad y prevenir su recurrencia.
            2. En el Perú, la salud pública tiene un impacto mayor que la asistencial, debido a las carencias socio-culturales que generan desigualdades, pobreza, hambre, desnutrición y enfermedad. El despegue económico de las últimas décadas ha logrado disminuir las cifras de pobreza, pero sin una reforma de nuestro sistema de salud el progreso nunca alcanzará a las grandes mayorías. Por otro lado, las deficiencias en la salud asistencial solo las experimentan los que sufren en carne propia las malas prácticas profesionales, los que no pueden acceder a una atención de calidad y los que viven en áreas lejanas y olvidadas.
            3. No habrá reforma de la salud si los habitantes de este país no son informados en qué consiste y cómo se puede lograr. En "Reforma de la Salud en el Perú: Apuntes Puntuales para la Próxima Generación", el autor presenta en detalle lo que el pueblo debe saber. Una apretada lista de los pasos a seguir se presenta a continuación:
a) El Ministerio de Salud debe promover la implementación de la ley 27813 promulgada en Agosto de 2002, detallando los componentes de un Sistema Nacional Coordinado y Descentralizado de Salud. Sin la implementación, los componentes siguen fragmentados doce años después.
b) Plan nacional de agua y saneamiento. Marchamos en puesto 18 entre 21 países latinoamericanos. Diez mil millones de dólares es la inversión necesaria para solucionar este problema durante la próxima década. El grosero mutis del gobierno y la prensa en este tema es típico de nuestro característico cortoplacismo e irresponsabilidad política. Los pobres necesitan agua y saneamiento para tener salud.
c) Reforma de la educación médica. Hay demasiadas escuelas médicas. Deberían ser unas 14 y no 34. Deben ser acreditadas por un Directorio Corporativo de Acreditación, independiente de las escuelas y del Estado, compuesto por pedagogos y administradores médicos, especialistas en resultados basados en evidencias e informática, y contratados con el apoyo de prestigiosas fundaciones internacionales. Luego, la institución funcionará con recursos propios y tendrá funciones fiscalizadoras y de control de calidad.
 Los graduados de las escuelas acreditadas se someterán a un Examen Nacional de Licenciatura Médica, administrado por un Directorio Nacional de Examinadores Médicos. Este Directorio estará conformado por eminentes líderes en Medicina, especialistas en informática y delegados del Ministerio de Salud, Congreso de la República, Colegio Médico y de la Asociación de Escuelas Médicas debidamente acreditadas. La selección de los miembros del Directorio podría estar a cargo de un comité especial. Este examen sería obligatorio para las últimas diez promociones y opcional para el resto de médicos.
d) Reforma del ejercicio profesional médico. A los médicos con licencia para ejercer, debemos sumar especialistas con debido entrenamiento y certificación. Esto se logra con la creación en el Perú del Directorio Nacional de Especialidades Médicas. Esto ya lo hicieron los norteamericanos hace casi un siglo, no podemos continuar tan atrasados. Cada especialidad tendrá su Directorio, el que se convertirá en el Ente Rector indispensable para asegurar atención de calidad a la población. Las asociaciones de especialistas y sub-especialistas tendrán la responsabilidad de formar su respectivo Directorio. Es de esperar que las especialidades básicas, Medicina, Cirugía, Pediatría y Obstetricia formen sus Directorios lo antes posible.
La atención en hospitales debe también tener un ente rector que ejerza un control especializado. Se debe crear un Comité Interdisciplinario de Acreditación de Hospitales, formado por ejecutivos con amplia experiencia en salud pública, manejo financiero, calidad de atención médica, seguridad del paciente, resultados basados en evidencias e informática. Debe contar con el apoyo del Colegio Médico, el Ministerio de Salud, el Instituto Peruano de Seguridad Social, los hospitales de las FFAA y las diversas asociaciones de hospitales en el país.
e) Atención primaria de la salud. Es aquí donde se requiere el decidido apoyo del Estado y de instituciones afines. Las especialidades de Medicina Familiar y Medicina Comunitaria deben enseñarse tanto en el pre como postgrado. Medicina Familiar es urgente para las provincias y Medicina Comunitaria para los distritos del Perú. Trabajar fuera de la capital debe incentivarse con sueldos 30% mayores. La Organización Mundial de la Salud ha expresado claramente su opinión contra gobiernos que envían cuadros inexpertos a los pobres del país. El SERUM (Servicio Rural Marginal dispensado por médicos recién graduados) debe progresivamente dar paso a las especialidades mencionadas.
La atención primaria se da en Postas Médicas o Clínicas de Barrio, de ninguna manera en hospitales. La mayor inversión inicial debe darse en los puestos de atención primaria, dotándolos de los instrumentos y equipos necesarios para atender a los ciudadanos. Los médicos comunitarios pueden también encargarse de los albergues de enfermos por drogas. alcoholismo y de niños abandonados. Estos enfermos sociales no pueden ser castigados por la indiferencia de "los justos" sino más bien atendidas profesionalmente.
f) Aseguramiento Universal. 40% de peruanos no tienen cobertura de salud. En 2007, Chile y Colombia tenían coberturas de 96 y 88%, respectivamente. Necesitamos un estudio financiero por un equipo de peruanos al más alto nivel, ciertamente independiente de compromisos políticos o gubernamentales (algo así como los Directorios de Examinadores Médicos o los Directorios de Especialistas). Aquí, el único rol del gobierno sería interesar a organismos o fundaciones internacionales para sufragar el costo de Instituciones como las propuestas. Modestamente, no veo otro camino para lograr un Aseguramiento Universal en el Perú. Finalmente, tenemos que reducir progresivamente nuestra agobiante informalidad.
g) Acceso universal a medicamentos genéricos de calidad. Por ahora, los genéricos son prioridad. Las empresas farmacéuticas pueden y deben contribuir al abaratamiento de las medicinas. Las compras deben hacerse por una entidad especializada no gubernamental, con personal de probada honradez y eficiencia. La receta médica debe ser obligatoria para la venta de fármacos esenciales. Hay que continuar la lucha contra la mafia de medicamentos falsificados. El control de calidad de medicinas importadas deben realizarse en el Perú.
 
El autor de este planteamiento de reforma no tiene aspiraciones económicas o de poder. Ejerció su especialidad de cirugía pediátrica durante 22 años en USA y 18 en el Perú. Su compromiso es ahora con el Perú profundo y la juventud estudiosa. El sector salud peruano deja mucho que desear. Nuestra brecha científica con el mundo desarrollado crece anualmente a pesar del esfuerzo de tantos buenos profesionales de la salud que laboran en el país.
¿Recordará amable lector lo primero que hicieron los alemanes? Pues,  reconocer los errores y el atraso institucional. Un proceso de cambios no se puede encargar a los improvisados. Ahora tenemos muchos tomando decisiones. El pueblo tiene que enterarse… por ahora, solo nos quedan las redes sociales.
 
Jorge E. Uceda del Campo
Miraflores, 12 Agosto 2014.

sábado, 19 de abril de 2014


PENSANDO EN EL 2016

 

Y llegó el Otoño a nuestro atribulado país. Pero la situación no está para poemas ni verborreas políticamente correctas. ¿O es que nadie se ha dado cuenta que los peruanos estamos por perder el tren de la historia? Después de dos décadas de recuperación socio-económica, los últimos dos gobiernos democráticos culminaron el 2011 con un Perú en pleno despegue. Sin embargo, las instituciones continuaban su marcha complaciente, muy criollas, informales, con sus características deficiencias en el capital humano. La competitividad y el civismo eran virtudes más bien foráneas. Los políticos seguían muy ocupados con sus mezquinos intereses.

Toda Latinoamérica hablaba del Perú y sus logros económicos. Hasta que una vez más nos madrugaron. Llegado el nuevo proceso electoral, tres agrupaciones progresistas se auto destruyeron torpemente, mientras que el oro negro catapultaba el anti sistema ante un adormitado y timorato poder electoral. Así, el advenedizo entró a palacio, con la complicidad de malos peruanos.

Han pasado casi tres años, entre hojitas de ruta, caviares y chavistas. El piloto automático no ha sido suficiente. Este gobierno improvisado no supo aplicar la ley para que la Minería siga produciendo divisas al país. Ahora, con el descenso del precio de los metales y los problemas internacionales, nuestra economía se ha desacelerado. Las inversiones privadas, tanto nacionales como extranjeras, han decaído notoriamente. La brecha de infraestructura sigue en incremento exponencial. La inseguridad ciudadana es una de nuestras lacras cotidianas, sin visos de solución, ahora con crecientes modalidades perversas, tales como el marcaje o reglaje, el sicariato, extorsiones, secuestros, cupos a pequeñas y medianas empresas y el gansterismo de sindicatos en la construcción civil. Para colmo, muchos de estos crímenes son planeados por reclusos usando celulares y burlando controles o bloqueos. La educación continúa sin norte, 80% de los estudiantes no pueden resolver problemas matemáticos. La salud marcha en puesto 95 entre 148 naciones. El poder judicial continúa demostrando ineficiencia, incapacidad y corrupción.

Al desgobierno en que vivimos, se ha sumado una inquietante descomposición regional, como resultado de otra de nuestras muchas improvisaciones, la mal llamada y peor concebida descentralización del gobierno de Toledo. ¿Dónde estaban las lumbreras del país cuando ese gobierno convirtió a nuestros Departamentos en Regiones, así de simple, así de improvisado, así de irresponsable? El Perú ocupa 1.28 millones de Km2 para sus 30 millones de habitantes, mientras Estados Unidos posee 9.8 millones de Km2 (7.6 veces más) y su población suma 316 millones (10.5 veces más). Sin embargo, la división político-administrativa de ambos países es de 25 Regiones para Perú (contando el Callao) y  solo 50 Estados para el gigante del norte. La disfuncional proliferación de nuestras entidades gubernamentales ha resultado en la entronización de caciques elegidos por mayorías carentes de civismo y de cultura, salvo honrosas excepciones. Esto es lo que hace poco "The Economist" acertadamente calificó como el desbarajuste político-institucional del país. Juan Paredes correctamente afirma que "la madre de este desbarajuste no es otra que la autoridad extraviada en las más altas instancias de la vida pública nacional". La incapacidad de nuestro gobierno familiar ha dado lugar a la aparición de organizaciones criminales, minería ilegal y narcotráfico, que actúan en las regiones con casi total impunidad.

Hecho el diagnóstico, el país necesita ingresar a cuidados intensivos. El problema es tan complejo que "hay que manejarlo con pinzas" para evitar soluciones radicales. La gente más sensata recomienda un tratamiento de soporte hasta que el cielo se aclare el 2016. La población, afortunadamente, ha desarrollado una creciente desconfianza a este gobierno debido a múltiples señales de alarma, tales como el proselitismo político a favor de la señora Heredia, el nombramiento de promocionales del inquilino de palacio para comandar las fuerzas armadas, la demagogia y populismo en el manejo de los programas sociales, la escandalosa manipulación de elecciones en la Fiscalía de la Nación, la burda creación de una "portátil" partidaria con 1800 "gobernadores" mantenidos con nuestros impuestos y una reciente arrogancia de cachaco de cuartel, quien debe haber estado leyendo el catálogo que Fidel escribió para su compinche Chávez ("aprende a manejar la ignorancia de los pobres con un verbo encendido de autoridad y poder").

El Diario Expreso es uno de los pocos que viene colocando los puntos sobre las íes. Tiene razón cuando reporta que el panorama electoral es aún indescifrable y que las perspectivas son confusas. Sin embargo, la búsqueda de líderes políticos es la única esperanza de los que anhelan un Perú mejor. Naturalmente, un líder sin un equipo de expertos es igual o peor que flor de un día. Aquellos peruanos que descollaron profesionalmente durante provechosas vidas mantienen prendida la llama de la esperanza, pero es indudable que se requiere del concurso de la juventud. De aquí fluye la imperiosa necesidad de acelerar la reforma educativa en este país. Mientras tanto, ¿dónde encontraremos ese liderazgo hoy? Los famosos del deporte, de la farándula o los familiares de los encumbrados no son ni serán la respuesta. Los líderes empresariales o científicos no se atreven a ser Quijotes en un país tan informal. Lo mejor que tenemos hoy no puede ser Presidente porque las masas y los anti Patria lo tildan de extranjero. Además, el peruano exitoso que regresa de países avanzados es considerado un peligro para los mediocres. Es preciso participar activamente en la promoción de líderes idóneos. Una prudente opción podría ser realizar una introspección entre aquellos periodistas que están demostrando independencia, honestidad y un análisis político inteligente y articulado. Consideramos que aquí se podría encontrar al "outsider" que el Perú necesita para no perder el tren de la historia. A menos que ocurra un milagroso despertar cívico para el próximo 2016.

 

Jorge Enrique Uceda

20 Abril 2014     

 

 

miércoles, 19 de marzo de 2014

LA CRISIS EN VENEZUELA Y LA POLÍTICA EN EL PERÚ


LA CRISIS EN VENEZUELA Y LA POLÍTICA EN EL PERU

En estos tiempos modernos las noticias vuelan por el internet y cada ser viviente y pensante tiene un rápido acceso a ellas. Lo que está pasando en Venezuela no se puede ocultar. La mayoría de los peruanos entienden que los venezolanos sufren en carne propia los horrores de una dictadura orquestada por Cuba, para perpetuarse en el poder gracias a la riqueza del subsuelo del país de Bolívar. La presente es una discusión puntual sobre un tema que demanda ideas claras y actitudes consecuentes con la verdad y la justicia.

En Cuba, todo comenzó por el tirano Batista y una vergonzosa política internacional de los Estados Unidos. La revolución de costumbre entronizó a Fidel en 1959, quien pronto abrazó el comunismo y naturalmente se convirtió en el engreído de Rusia. La isla adquirió salud y educación pero a costa de perder su libertad, hasta que sobrevino la crisis económica y política de la URSS en 1991, resultando en la disolución del gigante en 15 países independientes. Cuba se sumió en la pobreza más extrema con excepción, claro está, de una infame camarilla compuesta por los Castro, dirigentes sindicales y los infaltables guardianes uniformados de la revolución. Una década más tarde se les aparece un engendro salvador, militarote ignorante y demagogo que acababa de ocupar el poder en Venezuela. Admirador de Fidel, no tardó en recibir cátedra de éste, quien le instaba a "aprender a manejar la ignorancia de los pobres con un verbo encendido de autoridad y poder". Finalmente, en Octubre 2000, Castro y Chávez firmaron un "convenio integral de cooperación" mediante el cual Venezuela aportaba 53,000 barriles diarios de petróleo, a cambio de apoyo cubano en educación, salud, deporte, ciencia y tecnología. En 2005 la cuota subió a 90,000 barriles por día y esa cifra se mantiene hasta el presente. Tan pronto Castro y Chávez confabularon entre sí para satisfacer sus sueños de poder en Latinoamérica, Venezuela perdió su democracia. Luis Oliveros, economista y profesor universitario venezolano, afirma que entre 2004 y 2013, el gobierno le ha quitado a las gobernaciones 6,550 millones de dólares al año, subestimando el precio del petróleo en el presupuesto, es decir la friolera de 58,950 millones de dólares. El sátrapa bolivariano, con la complicidad de su miserable grupo, utilizó miles de millones para comprar un sector empobrecido de la población, al cual se unió el hampa del país. Como si ello no fuera suficiente, el loco enviaba dinero a Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Argentina y hasta al Perú. Hoy, el 97% del ingreso de divisas en Venezuela proviene de PDVSA, su empresa petrolera. Hace un par de meses, se estimó que el país deberá pagar 40 mil millones de dólares a sus deudores entre 2014 y 2017. Mientras tanto, el Banco Central de Venezuela reportó que la inflación al 2013 alcanzó 50%, la tasa más alta del mundo.

Hace 200 años, el 12 de Febrero de 1814, los estudiantes venezolanos pusieron el pecho contra las fuerzas realistas, hasta lograr la victoria en Aragua. Desde 1947 se conmemora esa fecha como el Día de la Juventud. No es de extrañar, pues, que valientes estudiantes liderados por María Corina Machado y Leopoldo López, salieran a las calles de Caracas y muchas otras ciudades de Venezuela para protestar, precisamente en el Día de la Juventud del presente año, contra el gobierno dictatorial, corrupto e incapaz del heredero del chavismo, ungido presidente en Abril 2013 en medio de un escandaloso fraude electoral. Con todo derecho, el pueblo exigía la renuncia de Maduro y la expulsión de los cubanos del territorio nacional. La represión fue despiadada y las noticias llegaron a los rincones del planeta, con la muerte de más de treinta personas, 365 heridos, 1529 detenidos, 45 encarcelados (incluyendo a López) y un número impreciso de torturados. Este tipo de atropello a los derechos humanos fue ya genialmente denunciado por el gran escritor paraguayo Augusto Roa Bastos en su obra "Yo el Supremo", donde vívidamente describía la INJUSTICIA Y DUREZA  DEL DICTADOR.

La reacción internacional a la situación en Venezuela no se hizo esperar. Los países avanzados, amantes de la libertad, la democracia y el respeto a las leyes, se solidarizaron con la oposición no violenta, exhortando a los gobernantes a la moderación y al diálogo. Los dictadores de este mundo, incluyendo a aquellos locos peligrosos que detectan el poder en Irán y Corea del Norte, expresaron su apoyo a Maduro. En el ámbito regional, los países del espurio Unasur, comprados con los petrodólares del gran culpable de la actual crisis de la hermana Venezuela, vergonzosamente manifestaron su adhesión a la barbarie. En el Perú, 94% de los encuestados el pasado 9 de Marzo opinaron que no había democracia en Venezuela y 79% expresaron que la mejor solución al problema de Venezuela es que Maduro deje el poder y que se convoque a nuevas elecciones. Empero, el comprometido Humala declaró por la no injerencia y ni siquiera mencionó los alevosos atentados de esa gavilla de entre 600 y 1000 malhechores paramilitares chavistas, llamados "colectivos", comandados por militares cubanos alojados en el palacio presidencial de Miraflores. En el colmo de la indolencia, Salomón Lerner, ex primer ministro "nacionalista", ante el creciente número de estudiantes fallecidos por las protestas en Venezuela, declaró el mismo 9 de Marzo que "el Perú también tiene sus muertitos". Y los congresistas oficialistas bloquearon una nota de protesta por la brutal represión en Venezuela. Revisemos entonces el triste papel de los inquilinos de palacio.

Es bien sabido que Humala llegó al poder gracias a las torpes divisiones en la política nacional, una campaña rebalsando de petrodólares chavistas, el odio de un escritor que no vive en el Perú y la traición de un ex presidente que se subió al carro ganador con fines inconfesables. So pena de perder en segunda vuelta ante Keiko Fujimori, abdicó de su agresivo mensaje chavista para inventar una hoja de ruta y, llegado al poder, se deshizo de sus incómodos socios ultra izquierdistas y se enganchó en piloto automático mientras comenzaba sus "programas sociales", repartiendo dinero en lugar de procurar más puestos de trabajo. La consecuencia fue que la disminución de la pobreza prácticamente se detuvo. Por otro lado, la reforma de la educación iniciada por el gobierno anterior fue detenida, la de la salud nunca podrá alzar vuelo porque no se sabe en qué consiste, los proyectos mineros se paralizaron por la debilidad del gobierno en aplicar la ley, la inseguridad ciudadana se ha convertido en una lacra inmanejable, las inversiones se han retraído y hasta el crecimiento del PBI está entre 4 y 5%. Mientras tanto, la pareja presidencial ha convertido al gobierno en caudillista y anti institucional y andan de tumbo en tumbo. Su proyecto continuista inspirado en su maestro Chávez ha fracasado, a pesar de una oposición débil y pusilánime, gracias a que la opinión pública y la buena prensa han hecho sentir su rechazo. Ajenos a la realidad, los Humala, en cuanta ocasión se les ha presentado, no han tenido reparo en ensalzar al chavismo, siendo intolerable que lo hayan hecho en nombre del Perú, especialmente en visitas al exterior.

Hace una semana, ante la crisis institucional en el Perú, motivada por desaciertos del presidente y la intromisión de su esposa en asuntos de Estado que llevaron a la renuncia del Premier y la recomposición del gabinete, súbitamente, la oposición en el Congreso dio muestras de vida. Empero, días después, el PPC -adoptó una postura similar a la que tuvo ante la revocación de nuestra alcaldesa de Lima- al declararse "protectores de la institucionalidad" y se unieron al bloque de nacionalistas y toledistas para otorgar confianza al llamado "gabinete Nadine". Los inversionistas de la CONFIEP entienden, con su apoyo al gabinete, que ello es importante para el Perú. Causa desazón, por decir lo menos, que este tipo de actitudes no caigan bien en una población que hace tiempo reconoce que le faltó civismo para impedir este retroceso sufrido en el país y que puedan concluir que todavía hay peruanos importantes con doble discurso. Esto es lo que nutre a nuestra izquierda retrógrada. Los procesos electorales están a la vista. El capitalismo es importante para nuestra patria, pero los capitalistas deben tener conciencia social y ser líderes que prediquen con el ejemplo y no con mezquindades y oportunismos. El pueblo está buscando líderes honestos y valientes. Por eso luchan hoy los jóvenes venezolanos. Nuestra juventud debe estar alerta y competitiva para lograr el despegue definitivo.

 

Jorge Uceda

Miraflores, 19/3/2014

    

 

sábado, 15 de febrero de 2014


HABLANDO DE LA REFORMA DE LA SALUD

… Y PASÓ EL 2013

Los años trascurrieron hasta completar otra década. Los esfuerzos por llegar a la población para contarles cómo lograr una duradera reforma de la salud en el Perú no han tenido éxito hasta ahora. Leyendo las memorias de Pablo Neruda, encuentro su descripción de los ríos helados en las afueras de Moscú, donde en la inmensa blancura destaca un puntito que corresponde a un pescador ensimismado en hacer un hoyo para pacientemente sentarse hasta obtener su recompensa. El poeta chileno sugiere que la labor del escritor se asemeja a la desafiante faena del pescador ártico. En realidad, la persistencia es absolutamente necesaria para obtener logros fundamentales en todo orden de cosas, más aún si ambicionamos superar la mediocridad con que se maneja la salud en nuestro país. Se trata de no contentarnos con metas modestas, así no se obtiene el éxito. Hay que aspirar a ser los mejores, los peruanos nos tenemos que volver competitivos. El tan mentado "poco a poco" es propio de los rezagados, de los que siempre tendrán carencias. La comunicación con la ciudadanía debe ser fluida y constante. Es una lástima que los programas televisivos contribuyan al embrutecimiento general, que diarios y revistas estén muy lejos de contribuir al civismo de la población. Los políticos y la clase gobernante ciertamente también dejan mucho que desear. En consecuencia, solo nos queda la esperanza de que las redes sociales llevarán este mensaje en  2014.

Cuando hablamos de mediocridad en salud, no nos referimos a los profesionales de la salud sino a las clases dirigentes, que a través de los últimos 50 años han sido los responsables de producir y mantener políticas obsoletas, conformando instituciones con un status quo jerarquizado, desordenado, ineficiente, cargado de prejuicios y mezquindad para con los jóvenes destacados. El resultado es un sistema de salud desorganizado y atrasado en el tiempo, a pesar del despegue económico de las últimas dos décadas. Esta verdad está claramente demostrada por la Organización Mundial de la Salud, por el Índice de Competitividad Global publicado anualmente por el Foro Económico Mundial y por el Índice de Libertad Económica 2014 de la Heritage Foundation. Esta última publicación concluye que los países con mayor libertad económica tienen un rendimiento superior en crecimiento económico,  ingreso per cápita, sistema de salud,  educación, protección del medio ambiente, reducción de la pobreza y bienestar en general; de 177 países, Chile figura en el puesto 7, después de Hong Kong, Singapur, Australia, Nueva Zelandia, Suiza y Canadá; el Perú marcha en puesto 44, siguiendo a Uruguay (36) y Colombia (37).

Como nosotros vivimos de espaldas a la realidad, este gobierno continúa creyendo que están haciendo una reforma de la salud y los políticos de la medicina permanecen perdidos en el espacio. La prensa sigue ocupada en temas coyunturales, probablemente esperando que los candidatos comiencen a pregonar toda clase de ofertas. Mientras tanto, nuestros pobladores del ande, en la selva y en las zonas deprimidas de la costa, pasaron otro año sin agua ni alcantarillado, sin que tengan cerca una posta médica equipada con lo esencial y atendida por bien remunerados  profesionales de la medicina comunitaria y la medicina familiar. La mortalidad materna muy probablemente ocurrió pero hasta allí no llegaron los estadísticos. Y los infantes murieron porque las heladas fueron muy fuertes. Y los neonatos con malformaciones congénitas seguían con su alta mortalidad, pues eran casos muy complicados para los pobres de este mundo. Hay casos que llegan a la capital, pero los diferentes tipos de tratamiento y especialmente los resultados carecen de seguimiento. No abundan publicaciones científicas de estas y otras enfermedades, pero lo más importante es que no hay órganos de control de responsabilidad y menos de calidad. Esto constituye una especie de trabajo informal donde "nadie sabe nada". Como todo este sufrimiento no es noticia, los que se enteran son solo los peruanos afectados. La mayoría permanece en su limbo mientras no pierdan su propia salud.

Solo a través de las redes sociales podremos concientizar nuestra población sobre la necesidad de leer el por qué y el cómo realizar una verdadera reforma de la salud. Nosotros no podemos capitular en este noble empeño. Algún día pasará aquí lo que pasó allá.

 

Miraflores, 17 Febrero 2014.

Jorge E. Uceda