HABLANDO DE LA REFORMA DE LA SALUD
… Y PASÓ EL 2013
Los años trascurrieron hasta
completar otra década. Los esfuerzos por llegar a la población para contarles
cómo lograr una duradera reforma de la salud en el Perú no han tenido éxito
hasta ahora. Leyendo las memorias de Pablo Neruda, encuentro su
descripción de los ríos helados en las afueras de Moscú, donde en la inmensa
blancura destaca un puntito que corresponde a un pescador ensimismado en hacer
un hoyo para pacientemente sentarse hasta obtener su recompensa. El poeta
chileno sugiere que la labor del escritor se asemeja a la desafiante faena del
pescador ártico. En realidad, la persistencia es absolutamente necesaria para
obtener logros fundamentales en todo orden de cosas, más aún si ambicionamos superar
la mediocridad con que se maneja la salud en nuestro país. Se trata de no
contentarnos con metas modestas, así no se obtiene el éxito. Hay que aspirar a
ser los mejores, los peruanos nos tenemos que volver competitivos. El tan
mentado "poco a poco" es propio de los rezagados, de los que siempre
tendrán carencias. La comunicación con la ciudadanía debe ser fluida y
constante. Es una lástima que los programas televisivos contribuyan al
embrutecimiento general, que diarios y revistas estén muy lejos de contribuir
al civismo de la población. Los políticos y la clase gobernante ciertamente también
dejan mucho que desear. En consecuencia, solo nos queda la esperanza de que las
redes sociales llevarán este mensaje en 2014.
Cuando hablamos de mediocridad en
salud, no nos referimos a los profesionales de la salud sino a las clases
dirigentes, que a través de los últimos 50 años han sido los responsables de
producir y mantener políticas obsoletas, conformando instituciones con un
status quo jerarquizado, desordenado, ineficiente, cargado de prejuicios y
mezquindad para con los jóvenes destacados. El resultado es un sistema de salud
desorganizado y atrasado en el tiempo, a pesar del despegue económico de las
últimas dos décadas. Esta verdad está claramente demostrada por la Organización
Mundial de la Salud, por el Índice de Competitividad Global publicado
anualmente por el Foro Económico Mundial y por el Índice de Libertad Económica 2014
de la Heritage Foundation. Esta última publicación concluye que los países con
mayor libertad económica tienen un rendimiento superior en crecimiento
económico, ingreso per cápita, sistema de salud, educación, protección del medio ambiente,
reducción de la pobreza y bienestar en general; de 177 países, Chile figura en
el puesto 7, después de Hong Kong, Singapur, Australia, Nueva Zelandia, Suiza y
Canadá; el Perú marcha en puesto 44, siguiendo a Uruguay (36) y Colombia (37).
Como nosotros vivimos de espaldas
a la realidad, este gobierno continúa creyendo que están haciendo una reforma
de la salud y los políticos de la medicina permanecen perdidos en el espacio. La
prensa sigue ocupada en temas coyunturales, probablemente esperando que los
candidatos comiencen a pregonar toda clase de ofertas. Mientras tanto, nuestros
pobladores del ande, en la selva y en las zonas deprimidas de la costa, pasaron
otro año sin agua ni alcantarillado, sin que tengan cerca una posta médica
equipada con lo esencial y atendida por bien remunerados profesionales de la medicina comunitaria y la
medicina familiar. La mortalidad materna muy probablemente ocurrió pero hasta
allí no llegaron los estadísticos. Y los infantes murieron porque las heladas
fueron muy fuertes. Y los neonatos con malformaciones congénitas seguían con su
alta mortalidad, pues eran casos muy complicados para los pobres de este mundo.
Hay casos que llegan a la capital, pero los diferentes tipos de tratamiento y
especialmente los resultados carecen de seguimiento. No abundan publicaciones
científicas de estas y otras enfermedades, pero lo más importante es que no hay
órganos de control de responsabilidad y menos de calidad. Esto constituye una
especie de trabajo informal donde "nadie sabe nada". Como todo este sufrimiento
no es noticia, los que se enteran son solo los peruanos afectados. La mayoría
permanece en su limbo mientras no pierdan su propia salud.
Solo a través de las redes
sociales podremos concientizar nuestra población sobre la necesidad de leer el
por qué y el cómo realizar una verdadera reforma de la salud. Nosotros no
podemos capitular en este noble empeño. Algún día pasará aquí lo que pasó allá.
Miraflores, 17 Febrero 2014.
Jorge E. Uceda