sábado, 19 de diciembre de 2020

DEL COVID-19 A LA PESTE MORADA

 

En los últimos 30 años, el Perú pasó de la quiebra institucional y productiva a una recuperación socio-económica que dio que hablar en Latinoamérica. Desafortunadamente, los vicios del poder no permitieron a los peruanos alcanzar las ansiadas reformas legislativas, educacionales, sanitarias y laborales que los hubiera llevado al desarrollo.

Los partidos políticos fueron sometidos a dos “bombas atómicas”, la dictadura de Velasco de 1968-1975 y la autocracia de Fujimori de 1990-2000. El resultado fue la descomposición y la lenta re-estructuración de los partidos políticos peruanos. Una mirada fría y desapasionada a fines de 2020 no reconoce ningún partido político en este país, tan solo 24 agrupaciones inscritas para el proceso electoral de abril 2021.

Una nación sin partidos políticos es característico de retrógradas dictaduras comunistas o de debilitadas democracias enfermas por una rampante corrupción; no cabe duda que somos ejemplo de lo segundo y nuestra desgracia sería convertirnos en lo primero.

Los peruanos que emplean casi todo su tiempo dedicados a Facebook, Instagram, Tik Tok o a “la caja boba”, solo confían en las protervas encuestas para “informarles” por quien deben votar en esa no tan lejana primera semana de abril. Esta inmadurez cívica es bien conocida por la prensa vendida y los dueños de las encuestas, lo cual les permite lucrar con la manipulación de una sociedad que discurre por las nubes del conformismo y la indiferencia. Es de esperar que la historia –y acaso, la justicia- algún día señalarán a los traidores de sus obnubilados ciudadanos.

Pero hay otro tipo de traidores, como aquellos que –usufructuando del poder- se encontraron con una pandemia viral y la usaron para engañar a las mayorías con la complicidad de una minoría obsecuente. El gobierno genocida de Vizcarra causó 80000 muertes en este país y lo menos que pudo hacer el timorato Congreso fue vacarlo. Y así pasamos del Covid-19 a la Peste de Albert Camus, el genial existencialista francés que idealizó los efectos que una plaga podía tener sobre una determinada población. Esos efectos los estamos viviendo en nuestro terruño con una peste de color morado.

En el Perú, a partir del 18 de noviembre, nos encontramos gobernados por “un amateur con ínfulas pedantes aunque con verbo y atuendo de trovador”, según la inteligente y exacta descripción de Luis García Miró. Ya se ha descrito cómo esta anomalía tuvo lugar en nuestra debilitada y corrupta democracia así como la infiltración de comunistas, especialmente en los poderes Ejecutivo y Judicial.

Este gobierno no tiene nada que hacer soñando con reformar las FFAA y la PNP del Perú. No tiene el tiempo ni el derecho para acometer tamaño despropósito. Además, está groseramente incumpliendo velar por unas transparentes elecciones en abril 2021, al promover su progresía morada y permitir la difusión de corruptas encuestas. No apreciamos ninguna intención de organizar esclarecedores debates, toda vez que la población parece dormitar ante la preocupante situación socio-política, algo que ahora es evidente hasta en este gabinete de transición.

El manejo de la pandemia sigue tan errado como antes. La ministra de salud debe renunciar por su probada incapacidad de gestión. Los sanitaristas están mal provistos y permanecen impagos. El primer nivel de atención carece de insumos. No hay pruebas moleculares. Las estadísticas no son confiables. Urge una recomposición científica del comando Covid. No sabemos la situación actual en los centros de salud. Las recientes medidas para las fiestas son absurdas, provenientes de sujetos que llegaron al poder fomentando la grita callejera y que ahora ha logrado gestar 198 conflictos sociales.

Mientras la población sigue amenazada por una pandemia que ya parece haber registrado 2600 nuevos contagios hace unos días -muchos causados por los marchantes- la intensa actividad en los mercados reflejan un descuido general por falta de liderazgo. El revuelo originado por las vacunas prometidas “pero frustradas por la vacancia” no debe dejar la salud en manos de los incompetentes de hoy, perdidos en un mundo fantasioso, mientras sus amigos comunistas siguen minando una democracia herida y confusa.

La situación económica soporta ahora los embates a la agro-exportación y la minería, que junto con la pesquería eran nuestras más importantes fuentes de divisas. La pobreza y la informalidad se han incrementado y varios importantes proyectos se encuentran paralizados.

¿Cómo enfrentar esta Peste que hemos descrito?

1.       Los 105 congresistas que vacaron a Vizcarra deberían reaccionar y recuperar la mesa directiva. Ya no tienen tiempo para posturas populistas o mediáticas. Fue un error nefasto reaccionar ante las protestas revoltosas, derogando la Ley de Promoción Agraria. Ahora se enfrentan a una pretendida propuesta para cambiar la Constitución, lo cual no puede pasar. Hay que asumir un rol fiscalizador a un ejecutivo ideologizado e ineficiente. Es necesario que surja un liderazgo capaz y valeroso para culminar con cierto decoro el errático y pobre desempeño del Congreso de la República.

2.       Los candidatos presidenciales más idóneos y preparados para gobernar por su conocimiento y experiencia, deben aparecer a nivel nacional y presentar sus programas en forma detallada y didáctica. Los debates electorales serán bienvenidos y permitirán que la población los conozca y puedan hacerles llegar sus diferentes inquietudes. La presentación de sus equipos de trabajo será invalorable para el elector. Las propuestas deben ser refrendadas por estudios previos y no por sueños de opio, lo cual será fácil de diferenciar. El peruano no es tonto.

3.       No hay que dejar de pensar en los Organismos Tutelares del Estado, especialmente las FFAA, la PNP y el Defensor del Pueblo. El Tribunal Constitucional puede estar adquiriendo una mayoría democrática, pero el Ministerio Público y la Junta Nacional de Justicia padecen de un sesgo ideológico. Los Organismos Tutelares son nuestra última línea de defensa para evitar convertirnos en una retrógrada dictadura comunista.

4.       Desde luego sería muy beneficioso que la población despertara. Ese sería nuestro Canto General desde las Alturas de Machu Picchu.

 

viernes, 11 de diciembre de 2020

SEGUIMOS LA HISTORIA, DON JORGE

 

La semana pasada evocamos la figura de Jorge Basadre Grohmann para describir lo que nos ha tocado vivir a finales del 2020 cuando, soportando un desgobierno corrupto e ineficiente, fuimos asaltados por el comunismo latinoamericano que se aprovechó de nuestra execrable prensa vendida, de la pobreza institucional del Congreso de la República y de la ingenuidad y desinformación de un sector de la juventud, quedándonos con una administración de transición que, lejos de ceñirse a tareas sanitarias, económicas y electorales, tuvo la osadía de pasar por encima de la Ley y la Constitución condenando sin pruebas a la PNP, que cumplió con su deber enfrentando al vandalismo y la delincuencia.

El encargado de la presidencia nombró a su gabinete caviar que incluía un ministro del Interior, hermano de tres ex-senderistas. Sorpresivamente, 17 generales superiores de la PNP fueron pasados al retiro, estrategia harto reconocida y demandada por ese engendro de anarquistas basado en Sao Paulo.

Mientras se jactaban de su torpe decisión, la desestabilización anti-peruana decidió ahondar el daño y tres grupos violentistas cerraron carreteras en Ica, Trujillo y La Oroya, todos disfrazando mejoras económicas. En el norte hubo dos muertos, pero esta vez nadie acusó al gobierno. Los policías fueron replegados por sus nuevos jefes. El gran progreso de nuestra agricultura sufrió un rudo golpe por la abolición de la ley de Promoción Agraria, que dio lugar a que unos dos mil ignorantes afectaran la estabilidad laboral de cientos de miles de agricultores que, entre 2004 y 2019, incrementaron su salario promedio de 726 a 1543 soles mensuales, habiendo producido un incremento de exportaciones de 643 a 7000 millones de dólares entre 2000 y 2019.

El nombramiento de Cluber Aliaga Lodtmann como ministro del Interior el pasado miércoles 2, motivó que este digno general policial retirado y abogado intentara corregir la injusticia cometida contra su Institución pero, al no ser escuchado ni por el presidente ni por su progre premier, renunció 5 días después declarando “renuncié por cuestiones de principios, no puedo allanarme a decisiones apresuradas”. Esa misma noche fue reemplazado por un amigo del presidente quien, no contento con ello, nombró a otro correligionario como jefe de la DINI (Dirección Nacional de Inteligencia), lo cual fue otro error monumental.

¿Cómo puede la DINI caer en manos del movimiento comunista que ya tiene infiltrado los Poderes Judicial, Ejecutivo y Legislativo? Esta es una maniobra que calca al milímetro la estrategia cubana y chavista. Es por ello sumamente importante destacar la presencia de los Organismos Tutelares del Estado, cuya finalidad es velar por nuestra soberanía, mantener el orden interno y buscar el fiel cumplimiento de las disposiciones de nuestra Carta Fundamental, cautelando los derechos de nuestra ciudadanía. Estos Organismos Tutelares están constituidos por las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, el Tribunal Constitucional, la Junta Nacional de Justicia, el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo.

 Las FFAA están constituidas por el Ejército, la Marina de Guerra y la Fuerza Aérea. Asumen el control del orden interno en caso de establecerse un régimen de excepción, cuando se intenta desestabilizar a la Nación con acciones terroristas y de subversión. Si bien el Presidente convoca a las FFAA para asumir esta función, deben existir excepciones si el primer mandatario es el que origina una traición a la Patria. En dicha circunstancia, es fundamental el concurso de nuestros más distinguidos constitucionalistas para evitarnos el camino seguido por Hugo Chávez en Venezuela.

La Fuerza Policial, con sus 200 fallecidos y 11000 contagiados por el coronavirus, también está llamada a unirse a las FFAA en su responsabilidad tutelar y recibir el justo reconocimiento y apoyo de la población. Asimismo, los Organismos de Justicia y la Defensoría del Pueblo deben estar muy alertas para proteger a la ciudadanía y cautelar su derecho a la libertad y el bienestar.

Con el paso de los días, se está haciendo evidente que enfrentamos un gobierno inconsistente y embustero, que anda perdido ante la grita callejera y que solo atina a comenzar una burda colocación de amigotes en puestos claves del estado, claramente anunciando un proceso electoral obstinadamente fraudulento.

Y si de las elecciones de abril se trata, la miserable prensa comprada ya comienza a publicar sus mentirosas encuestas con el fin de manipular un electorado caracterizado por su lamentable ausencia de civismo y una total  confusión ante el vergonzoso número de 23 candidaturas presidenciales y 24 “partidos políticos” con algunos miles de candidaturas congresales.

Mientras tanto, es fundamental que aparezcan liderazgos entre los actuales congresistas para recuperarse del descalabro sufrido hace tres semanas. Acción Popular ha presentado el 7 de diciembre un proyecto de ley para reincorporar al servicio activo a los miembros de la PNP retirados inconstitucionalmente por Sagasti, quien se niega a reconocer su error. Por otro lado, es importante retomar la elección de algunos miembros del Tribunal Constitucional y asegurar a la población otro Organismo Tutelar a su favor. Finalmente, la mayoría del Congreso debe retomar la presidencia de una manera responsable e inteligente, pues obviamente no está en buenas manos.

Si el Ejecutivo que tenemos por arte de birlibirloque desde el 18 de noviembre, persiste en su caótico accionar, el pueblo y nuestros Organismos Tutelares deben dar el ejemplo a las Américas, conduciendo el Perú hacia unas legales y legítimas Elecciones Generales el próximo abril 2021. Solo así podremos celebrar nuestro Bicentenario y el comienzo de una verdadera Reconstrucción Nacional.

Lo cual nos retrotrae a Don Jorge Basadre, quien nació el 12 de febrero de 1903 en su Tacna “chilenizada”. Muerto su padre en 1909, la familia tuvo que emigrar a Lima, donde nuestro ilustre compatriota ingresó a San Marcos, doctorándose en Letras (1928) y Derecho (1935), pero nunca dejó de pensar en su amada cuna sureña amenazada por un enemigo de la Patria. En 1925, como presidente de la Federación de Estudiantes, integró la Delegación Peruana que viajó al sur para coordinar un plebiscito en Tacna y Arica. En una visita de seguimiento, en mayo 1926, recibió una pedrada en la frente por un enemigo, que no pudo remecer su temple y su devoción a la causa.


 Jorge Basadre, como otros que han recibido pedradas en el cumplimiento de su deber, quitadas las vendas, continuó su preciosa existencia con la frente en alto. No solo contribuyó a reconquistar su Tacna querida, sino sirvió a su Patria como Ministro de Educación con José Luis Bustamante y Rivero y escribió su monumental Historia de la República del Perú, que presentada en 1939, alcanzó 16 tomos en 1968.

Los datos históricos que el país está viviendo, los escribimos con modestia, pero impulsados por la memoria y el coraje de este peruano ejemplar que luchó contra la adversidad y nos dejó trazado el concepto de nacionalidad en libertad.

 

sábado, 5 de diciembre de 2020

DON JORGE BASADRE, RESUCITE

 


Para escribir la historia de este Perú de fines del 2020.

Para que despierte a nuestra juventud, que anda mayormente ocupada en chatear a todas horas escuchando reggaetón o siguiendo los más “trendy” TikTok, sin importarle aprender la historia reciente del suelo que la vio nacer. Esta es una de las dos generaciones que dejaron de recibir clases de Educación Cívica hace cuatro décadas.

Mientras tanto, usted, Don Jorge, podría ayudar a esta modesta pluma para acuciosamente describir cómo, hacia mediados de setiembre, el país estaba gobernado por un corrupto golpista, mentiroso patológico y consumado traidor de la política, a diez meses del final de su mandato y siete meses de las elecciones generales de abril. Había por ese tiempo un sector poblacional, cauto para algunos y típicamente pusilánime para otros, que consideraba prudente seguir el statu quo en vista de los graves problemas sanitarios y económicos causados por el desastroso manejo de la pandemia de un gobierno incapaz.  Sin embargo, un importante y vigilante sector favorecía la vacancia presidencial. Desde luego, no debemos olvidar al minoritario pero organizado grupo de los conspiradores infiltrados estatales, partidarios del caos y la violencia para capturar el poder.

El 9 de noviembre, la inmensa mayoría del Congreso de la República, sucesor de aquél cerrado por el golpista 13 meses atrás, ejerció su absoluto derecho constitucional y vacó al usurpador, golpista e incapacitado moralmente para gobernar. Manuel Merino de Lama, presidente del Congreso, juramentó como temporal jefe de gobierno y pronto conformó su gabinete de transición.

Aquí es donde invoco su legado, Don Jorge, para que me certifique cómo es verdad que el 12 de noviembre ocurrió el “Plan B” del comunismo latinoamericano (el “A” era para julio 2021), gracias a la traidora prensa comprada por Vizcarra, la cual inició una abrumadora campaña televisiva denunciando “¡Congreso da golpe de Estado!”, no en defensa de la democracia sino en su desesperación por perder su corrupto y escandaloso “avisaje estatal”. Algunos candidatos caviares aprovecharon la exposición visual, llamando a protestar. Muy distinta y ominosa fue sin embargo la aparición de sujetos expertos en el vandalismo más salvaje, mercenarios del caos predicado por los anti-patria y exhibiendo un odio visceral a la policía. En pleno jirón de la Unión, los días 12 y 13 de noviembre, arrojaban pedrones a la policía que les impedía su paso a la Plaza de Armas. Les gritaban: “disparen, que necesitamos unos muertitos”. El 14 se convocó una marcha pacífica por diarios, TV y redes sociales. Muchos jóvenes, creyendo defender la democracia, fueron infiltrados por los violentistas a la altura del Parque Universitario, quienes los conminaban a dirigirse al Congreso. Estos son parte de una organización pro-terrorista, responsables de los incendios y caos en Chile. Se les conoce como ANTIFA y se disfrazan de “barras bravas” con lo que exaltan a los incautos. Como han hecho en otros países, atacaron la policía con bombardas, fuegos pirotécnicos y rocas, recibiendo gases lacrimógenos y perdigones de goma. Es en este caos que, en la noche del sábado 14, fallecen dos jóvenes con antecedentes judiciales.

El domingo 15, los anarquistas acusan de asesinos al nuevo gobierno de transición y a la PNP. Los políticos caviares y la prensa comprada logran la renuncia de Manuel Merino. La investigación de los dos fallecimientos parece haberse esfumado cuando apareció evidencia que los disparos vinieron de la multitud y no de las fuerzas del orden. Curiosamente, muchas cámaras de video en el lugar de los hechos no funcionaban y el alcalde de Lima solo pedía muy airado la renuncia del Presidente, disfrazando su responsabilidad.

La estrategia funcionó. La izquierda jaqueó a la mayoría parlamentaria, cuya falta de carácter y evidente debilidad institucional, permitió que la camorra de la calle impusiera un cambio de gobierno a favor de una minoría de representantes del pueblo. El 18 asumió un caviar la presidencia y una comunista confesa el congreso.

¿Cómo pudo ocurrir esto en el Perú? Hablemos, Don Jorge, del globalismo ideológico que patrocina el Foro de Sao Paulo desde 1990, ese engendro que agrupa a políticos de izquierda, centro-izquierda y extrema izquierda para combatir la democracia en Latinoamérica. Gestado por Fidel Castro, fue organizado por Hugo Chávez y Lula da Silva, para trasladar la destrucción de Cuba a Venezuela y sembrar metástasis en Brasil, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Argentina y, muy recientemente, en Chile.                     

Si usted viviera entre nosotros, Don Jorge, ¿no nos hubiera hace tiempo hablado de Miguel Henrique Otero, el exiliado director de El Nacional de Venezuela, quien nos advierte que “el Foro de Sao Paulo es la más poderosa y extendida organización criminal del planeta”?

Miguel Henrique Otero nació en Caracas en 1947. Se graduó Matemático por la Universidad Central de Venezuela y estudió Economía en Cambridge y Sociología en la Sorbona. Ha sido diputado en tres quinquenios representando a la Democracia Cristiana. Como propietario y director de El Nacional, se convirtió en el principal opositor de Chávez y Maduro. Muerto Chávez en 2013, ya había cerrado radios y televisoras y empezaba a silenciar 70 periódicos. En 2015 Otero se trasladó a Madrid y desde allí trabaja a favor de la democracia en Latinoamérica. El 17 de enero 2020 publicó en ABC “La Internacional de la Desestabilización”, detallando cómo Fidel Castro se valió de la riqueza petrolera venezolana para crear el Foro de Sao Paulo: “En su estructura concurren grupos dedicados al terrorismo y el narcotráfico, gobernantes que han desfalcado las arcas públicas de sus respectivos países y delincuentes que, supuestamente afiliados a propósitos políticos e ideológicos, forman parte activa de extendidas redes de corrupción.” En líneas generales, se trata de promover malestar social y revueltas mediante cualquier forma de violencia y sedición.

Es sabido que Chávez decidió exportar su revolución bolivariana por todo el continente, mezclando delito y política. Durante veinte años, miles y miles de maletas llenas de dólares han sido utilizados para financiar el Foro aludido. Estos aportes, incluyendo los enviados a sus títeres en Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Argentina y Perú, sumaron la friolera de 58,950 millones de dólares, según confirma Luis Oliveros, economista y profesor universitario venezolano. La actual crisis económica en Venezuela la obligó a encontrar recursos en un enorme narcotráfico, como aquel practicado por Fidel a mediados de los 80, cuando la ayuda económica de Moscú empezaba a agotarse. Adicionalmente, la izquierda latinoamericana ha encontrado el apoyo de la Open Society Foundation de George Soros, con significativas donaciones a ONG’s peruanas (IDL, Proética, IEP, Aprodeh, etc).

La última reunión del Foro tuvo lugar del 22 al 24 de enero en Caracas, donde se definieron las acciones para 2020 y 2021 en Chile, Bolivia, Ecuador, Brasil, Uruguay, Colombia y Perú. Por esa fecha el coronavirus ya se extendía por Asia, Europa y Norteamérica. El gobierno autoritario del corrupto Vizcarra había saturado de izquierdistas el ejecutivo y el poder judicial y su desastroso manejo de la pandemia había debilitado seriamente al país. La vacancia del 9 de octubre desencadenó la violencia y sedición que se extendió al poder legislativo y desde el 18 de octubre el izquierdista Francisco Sagasti se hizo del poder.

Así comenzó el linchamiento de la democracia, proceso que describe Otero el pasado 22 de noviembre. Consiste en un ataque cibernético de tres frentes: 1. Desinformación reinante, falsa y violenta. 2. Resentimiento, negatividad, malestar e incertidumbre. 3. Instauración de una cultura de odio.

Los tres frentes buscan liquidar el régimen democrático y la libertad. Los troles criollos, ventajosamente contratados para tal fin han inundado las redes sociales en el país, a lo cual se ha sumado la prensa comprada.

Sagasti, ex alumno del londinense Instituto Tavistock, conocido por haber propuesto teorías de conspiración y un Nuevo Orden Mundial, culpó precipitadamente a la policía nacional de desmanes al enfrentar la violencia de los vándalos (¿preferiría que les hubieran mostrado tarjetas amarillas?) y destituyó ilegalmente a 17 generales, provocando el rechazo general y la renuncia de su Ministro del Interior, que había ocultado tener dos hermanos senderistas.

Ante la desorganización de la policía nacional, el Foro aprovechó para desencadenar una primera gran protesta de agricultores de Ica, apedreando policías que solo podían usar sus escudos pues iban desarmados. Los revoltosos cerraron la carretera, aislando Arequipa, Cusco, Puno y otras ciudades.  Dos días después, otros agricultores hicieron lo mismo al norte, en Trujillo, robando comestibles de camiones, provocando incendios y violencia, hasta que un joven de 19 años cayó muerto. Los policías, aquí también, estaban desarmados y a cierta lejanía. Todos los izquierdistas lamentaron el fallecimiento y solicitaron la investigación pertinente, pero esta vez no pidieron la renuncia de su Sagasti. Si bien es cierto que lo que está en investigación no puede pasar a la historia, sí sabemos que la impunidad es la historia de las investigaciones ideologizadas. A estas asonadas se agregó otra que cerró la carretera central en La Oroya, aislando estas turbas a la capital. Lo dicho: la delincuencia saqueadora obediente a la organización criminal aludida por Otero, continúa por ahora desestabilizando al país. Esta historia se cierne oscura para nuestra democracia. Pero había que contarla.

Jorge Basadre falleció en Lima el 29 junio 1980. Esta pluma ha invocado el patriotismo ejemplar de nuestro gran historiador para presentar la verdad de lo que ocurrió recientemente en el Perú que tanto amaba.