lunes, 23 de noviembre de 2020

EL PERU DESPERTO ... A UNA ABSURDA PESADILLA

 

INTRODUCCION

Comienzo diciendo que no soy un político. Soy un médico que se entrenó y trabajó 30 años en los Estados Unidos y que regresó a poner el hombro a la patria que lo vio nacer, haciéndolo durante otros 24 años y proponiendo desde 2004 una reforma de la salud que se detallara a la población. Esta última actividad no encontró eco por un atrasado y corrupto sistema de salud y los intereses económicos de universidades privadas que habían convertido a la educación superior en un angurriento negociado.

Me considero un testigo de excepción de lo acontecido en las pasadas dos décadas en el país. Entre 2005 y 2011, nuestro PBI per cápita creció a un promedio de 6.42 y los gobernantes estaban desaprovechando el momento propicio para iniciar una verdadera reforma de la salud, empresa complicada, larga y necesariamente costosa.

NUESTROS RECIENTES GOBERNANTES

¡Hasta que la pobreza cívica de nuestro electorado puso a Ollanta Humala en el Salón de Pizarro! Su desastroso gobierno pro-chavista originó que el PBI per cápita entre 2014 y 2018 promediara 2.1, mientras el país comenzó a pagar miles de millones de dólares en corruptas mega-obras. La asunción en el poder de Pedro Pablo Kuczynski (Ejecutivo) y Keiko Fujimori (Legislativo) en 2016, lejos de procurarnos el ansiado despegue nacional, fue escenario de los más torpes e irresponsables enfrentamientos políticos, que empezó a afectar seriamente a las mayorías nacionales, ante el regocijo de los escasos, pero organizados “antipatria”.

Las constantes fricciones entre el Ejecutivo y el Congreso llevaron a la censura de diferentes ministros, hasta que los fujimoristas presentaron pruebas de corrupción del presidente, amenazando con su vacancia. Fue entonces que Vizcarra conspiró contra su jefe, aliándose con sus enemigos y logrando la renuncia de la segunda vicepresidenta. Ello está probado por chats encontrados entre Vizcarra y su exministro de agricultura y, a través de este, con el congresista Becerril. Tras 1 año y 7 meses en el cargo, PPK renuncia el 21 de marzo 2018 y Vizcarra asume la presidencia dos días después. No obstante tener una serie de problemas legales cuando se desempeñaba como gobernador de Moquegua y después como vicepresidente de PPK con el proyecto de Chincheros, el conspirador declaró su lucha frontal contra la corrupción al asumir su nuevo cargo.

SOBRE COMUNISMO Y CORRUPCION

Como por ese tiempo solo me que quedaba utilizar las redes sociales, juzgué oportuno publicar en marzo 2019 “Comunismo y corrupción, un brebaje venenoso”. En dicho blog, alertaba que pobreza e ignorancia son el caldo de cultivo del comunismo internacional, describiendo con detalle los ejemplos históricos de Cuba y Venezuela, abordando luego el Indice de Percepción de Corrupción (IPC) publicado en enero de ese año donde figurábamos en el puesto 105 de 180 países. Finalizaba afirmando que en el Perú tenemos gente pobre, mal educada, aislada por la geografía, descontentos crónicos e incluso víctimas de agitadores apátridas, los cuales buscan frenar el desarrollo y vender ilusiones que son las que desencadenan las tragedias descritas.

EL INCONSTITUCIONAL GOLPE VIZCARRISTA Y SU NUEVO CONGRESO

El 30 de setiembre 2019, en vista de que impopular Congreso apro-fujimorista estaba tratando de controlarlo, Vizcarra cerró el Congreso mediante un Golpe de Estado, apoyado por el ideologizado Tribunal Constitucional y vergonzosamente avalado por el Comando Conjunto de las fuerzas armadas y policiales. El ahora golpista presidente gobernó autocráticamente mientras convocaba a elecciones de un nuevo Congreso para enero 2020.

El proceso electoral de enero trajo 9 grupos políticos (no podemos considerarlos partidos). El primero solo obtuvo 10% de los votos y el último 6%; 16% de los votos fueron nulos y se registró un 25% de ausentismo. “El Congreso de Vizcarra” incluyó a politicastros, a un grupo de Antauro Humala (preso por asesinar policías) y a un grupúsculo de 9 comunistas.

A principios de 2020 era evidente que el gobierno marcaba un rumbo mediocre y estéril en obras. El escándalo de Odebrecht en el Perú, que databa desde diciembre 2016, fue manejado con sospechosa complacencia por las autoridades judiciales, persiguiendo a opositores al régimen pero evitando molestar a los amigos. Los fiscales, adeptos al gobierno, no han logrado acusaciones formales pero si encarcelaron a algunos oponentes, especialmente a Keiko Fujimori, la otrora lideresa que no supo manejar su inesperado poder. Cuando intentaron apresar a Alan García, éste optó por quitarse la vida.

LLEGADA AL PERU DEL CORONAVIRUS SARS-CoV-2

Vino entonces la pandemia viral que estimo ingresó al Perú por el Aeropuerto Jorge Chávez a fines de febrero. Mucho habría que decir por estos casi nueve meses de zozobra nacional. Comenzaré por el principio:

-El 24 de enero, Clarissa Ethienne, Directora de la Organización Panamericana de Salud (OPS), alertó a las Américas sobre el Covid-19, “encareciendo descubrir, aislar y cuidar a pacientes infectados con el nuevo coronavirus, en caso de recibir viajeros provenientes de países con brotes comprobados”.

-El 30 de enero, la Organización Mundial de la Salud señaló al Covid-19 como una emergencia de salud pública. Sin embargo, debido al nefasto tinte ideológico de su presidente, solo la declaró pandemia el 11 de marzo.

-El 6 de febrero, la OPS anunció que estaba dando asistencia técnica sobre Covid-19 a los países miembros y que 29 laboratorios nacionales tendrían la capacidad de realizar las pruebas de diagnóstico. Así, entre el 6 y 7 de febrero, tuvieron lugar en Brasilia prácticas sobre la prueba molecular con laboratoristas de 9 países latinoamericanos (Perú incluido), promovidas por la OPS, el ministerio de salud de Brasil y Fiocruz, una fundación brasilera.

-Durante el resto de febrero y la primera semana de marzo, la OPS continuó difundiendo información precisa a las entidades de salud bajo su jurisdicción, con el fin de preparar una adecuada respuesta a los casos importados, brotes y transmisiones del coronavirus SARS-CoV-2.

-El 6 de marzo, Vizcarra utiliza cadena nacional para anunciar “el paciente cero”. Se trataba de un piloto de 25 años. Lo que no dijo fue que esta persona llegó al aeropuerto del Callao el 26 de febrero por Air Europa, asintomático, luego de haber estado vacacionando por República Checa, Francia y España. Como las instituciones de salud no estaban preparadas, pasó a su domicilio sin que el Perú le hiciera el hisopado correspondiente, según nos alertó la Directora de la OPS el 24 de enero. Muy pocos saben que el joven presentó síntomas el 29 y que, responsablemente, pasó los siguientes días realizando tres diferentes consultas médicas sin diagnóstico del Covid hasta que llamó al 103 y recibió la prueba molecular en el INS el 5 de marzo, dando positivo al día siguiente. Es tristemente evidente que cientos de personas ingresaron al aeropuerto procedente de Europa “como Pedro en su casa” por esos últimos días de febrero y principios de marzo y que cualquiera de ellos pudo realmente ser el paciente cero.

-Alarmado por la aparición de muchos casos en Lima Metropolitana, Vizcarra declara una cuarentena a nivel nacional a mediados de marzo, originando las aglomeraciones de nuestro 70% de informales que viven del día a día para buscar trabajo y comestibles y hacían colas interminables buscando los esquivos bonos y atención médica. El 18 de marzo el presidente con sus ministras de salud y economía deciden gastar cien millones de soles en comprar las más baratas pruebas serológicas, ignorando el consejo mundial de expertos para utilizar pruebas moleculares. Dos días después otorga la dirección de salud a un nuevo ministro y emprendieron juntos la errada política que llegó a utilizar, con fines diagnósticos, 85% de pruebas serológicas y 15% de pruebas moleculares, con desastrosas consecuencias. Víctor Zamora, comunista confeso, fue cambiado casi 4 meses después, pero el daño ya estaba hecho. Perú se convirtió en líder mundial de mayor número de muertes por millón de habitantes. Al final, la economía entró en coma y millones de personas perdieron su empleo.

-En mi blog publicado el 27 de abril (Covid-19 y la desinformación en el Perú) luego de 6 semanas de rígida cuarentena, el número de casos infectados colocaba al Perú en el puesto 17º en el mundo y 2º en Latinoamérica detrás de Brasil. Nuestro sistema de salud estaba al borde del colapso, con cientos de sus trabajadores infectados (muchos en estado crítico), insuficiente número de ventiladores mecánicos y ¡personal tres meses impago! En medio de un sombrío ambiente de noticias, discusiones, opiniones y el profuso empleo del internet, consideré importante denunciar la terrible desinformación que recibía el peruano común y personas reputadas culturalmente, quienes pensaban que, “ante la emergencia sanitaria, la actuación del gobierno ha sido encomiable; impuso una cuarentena temprana que ha salvado vidas y lanzó un paquete económico macizo”. Hasta el director del diario receptor de tales declaraciones, finalmente escribió: “el discurso del mandatario no solo es falaz en lo técnico, es también equivocado respecto a la tutela moral” y “cada vez es más claro que se hicieron muy pocas pruebas (y a destiempo), así como no nos preparamos respecto a camas UCI y ventiladores en su momento”. Como corolario a una extensa revisión, yo terminaba afirmando que “estamos perdiendo esta guerra porque no tenemos pruebas moleculares para lograr el cerco epidemiológico. Necesitamos un urgente cambio de autoridades sanitarias, incluyendo a nuestros mejores epidemiólogos y salubristas para que nos saquen de este rumbo totalmente equivocado”.

-El 14 de mayo aparece una esclarecedora verdad, que motiva otro blog (El Perú y el Covid-19 en el Mes de María). El 31 de enero, el Ministerio de Salud había presentado una R.M. Nº 039-2020/MINSA que detallaba su Plan Nacional de Preparación y Respuesta frente al Riesgo de Introducción del Coronavirus 2019-nCoV, publicada en El Peruano el 1º de febrero. El paquete normativo estaba firmado por la Ministra de Salud y los vice-ministros de Salud Pública y de Prestaciones y Aseguramiento. Aquí se lee que los técnicos del Ministerio siguieron las recomendaciones de OPS/OMS y el Plan se orientaba a preparar sistemas de vigilancia de Migraciones en nuestras puertas de entrada, capacitar y proteger al personal de salud, incluyéndose la necesidad e importancia de las pruebas moleculares basadas en la experiencia norteamericana y pasadas pandemias. Las directivas específicas planteaban la necesidad de adquirir materiales para la obtención de muestras y equipos de protección personal por el Instituto Nacional de Salud y los Laboratorios de Referencia Nacional. Además, se planteaba la vocería única del Ministerio. El Plan, de 28 páginas, detallaba importante metodología y se acompañaba de 20 referencias bibliográficas. Este trascendental documento técnico fue ignorado por un Ejecutivo que gobernaba sin Congreso y ocultó la verdad con el silencio cómplice de una prensa comprada que ya había dejado de ser “la más noble de las profesiones”. A mediados de mayo teníamos 2,000 muertos y 70,000 infectados. Aparecían las primeras fatalidades entre nuestros médicos y enfermeras. Los pobres del Perú, carentes de agua y servicios, sin refrigeradoras, sufrían hambre, pobreza creciente y abandono sanitario. Las cifras reales de fallecidos e infectados comenzaban a ser ocultadas por el gobierno.

LA INMOVILIZACION DEL PAIS SE TORNA SOSPECHOSA

A fines de junio el manejo de la pandemia evidenciaba no solo un total fracaso sanitario, económico y social. La encerrona continuaba, pero nuestra creciente población informal se aglomeraba diariamente para procurar el sustento y formar largas colas para cobrar bonos esquivos y buscar auxilio médico. Ello motivó un nuevo blog el 27 de junio (La Nación es hoy un barco a la deriva) en el que observábamos la criminal maniobra del gobierno para usar la pandemia con el fin de inmovilizar al país conformando un “equipo de especialistas”, ideológicamente descartando la buena disposición de los sectores privado, eclesiástico y militar.

Era preciso recordar que la Constitución ha previsto los Organismos Tutelares del Estado, cuya finalidad es velar por nuestra soberanía, mantener el orden interno y cautelar los derechos de la ciudadanía. Los Organismos Tutelares están constituidos por las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional, el Tribunal Constitucional, la Junta Nacional de Justicia, el Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo.

Las FFAA están constituidas por el Ejército, la Marina de Guerra y la Fuerza Aérea. Asumen el control del orden interno en caso de establecerse un régimen de excepción, cuando se intenta desestabilizar a la Nación con acciones terroristas y de subversión. Si bien el Presidente convoca a las FFAA para asumir esta función, deben existir excepciones si el primer mandatario es el que origina una traición a la Patria. Aquí es fundamental el concurso de nuestros más distinguidos constitucionalistas para evitarnos el camino seguido por Hugo Chávez en Venezuela.

La Fuerza Policial, con sus 170 fallecidos y 9900 contagiados por el coronavirus, también está llamada a unirse a las FFAA en su responsabilidad tutelar y recibir el justo reconocimiento de la población. Asimismo, los Organismos de Justicia y la Defensoría del Pueblo deben estar muy alertas para proteger a la ciudadanía y cautelar su derecho a la libertad y el bienestar.

SE DESCUBRE EL ENGAÑO DE LAS “CIFRAS OFICIALES”

El 1º de julio, Luis Benavente, experto consultor en comunicación política y opinión pública, presentó cifras de fallecidos en el país durante abril, mayo y junio de los años 2018, 2019 y 2020, según SINADEF (Sistema Informático Nacional de Defunciones). Las cifras para esos años suman 28406, 27148 y 61875, respectivamente. Es decir, si el promedio de fallecidos el segundo trimestre de 2018 y 2019 fue 27777, el exceso de muertes en el mismo período de 2020 fue de 34098 (123%). Es lógico concluir que ese exceso se debe al Covid-19, pero el gobierno solo publica la cifra de 9677 fallecidos al 30 de junio, resultando que el exceso de muertes es ahora 352% mayor a la cifra oficial.

CAMBIOS EN LA PCM

Los terribles problemas sanitarios y socio-económicos motivaron los justos reclamos de la ciudadanía, de los que hizo eco el congreso con posibles pedidos de interpelación a varios ministros, especialmente en salud, economía, justicia y educación. El 15 de julio renunció Vicente Zeballos (que luego fue enviado como Ministro a Washington DC) y fue reemplazado por Pedro Cateriano, quien presentó su programa en el Congreso, no siendo aprobado. Su renuncia fue seguida por el nombramiento de Walter Martos, un ex general del ejército, quien expuso su programa el 3 de agosto. La ausencia de líderes en el Congreso permitió un tímido voto de confianza al nuevo gabinete y todo siguió “más de lo mismo”.

MANIOBRAS ANTIPATRIA

Pronto le llegó al Congreso asumir el papel del enemigo de turno, en plena pandemia. Sucede que la izquierda encontró la oportunidad de atacar a la empresa privada y los empresarios, se satanizaron a los bancos, los colegios, las universidades, las AFP ´s, las clínicas entre otras empresas privadas, pues les tocaba el rol del enemigo de turno y hacia donde la ira y rabia del pueblo se debía de dirigir. Para lograr su oscuro plan utilizaron a los innobles medios de comunicación, comprados por el corrupto “avisaje estatal”. Pero el pueblo solo tenía hambre, desesperación, un gran temor y hasta necesitaba el oxígeno que se había acabado.

ESCANDALO DE LOS AUDIOS DE PALACIO

El 10 de setiembre 2020 estalla el asunto de tres audios en el entorno de Palacio, autentificados por el propio Vizcarra y en el que participaban él y sus asistentes, Karem Roca (secretaria personal) y Mirian Morales (secretaria general del presidente). Los audios fueron escuchados en el Congreso. En ellos, se aprecia a Vizcarra coordinar con sus asistentes para que declaren ante el Parlamento y la Fiscalía que el polémico músico Richard Swing visitó solo dos veces Palacio de Gobierno y no cinco como ya habían declarado. Era sabido que Swing, apellidado Cisneros, era muy amigo de Vizcarra (al principio, negado por el presidente) y fue contratado en el Ministerio de Cultura bajo Salvador del Solar y después por Patricia Balbuena por un total de 155,400 soles. Se sabe que visitó a Vizcarra un total de ocho veces.

Otros audios han seguido que revelan una probable organización criminal en Palacio de Gobierno, dirigido por un mentiroso patológico y una camarilla de adláteres con oscuros intereses y que ciertamente constituyen un peligro para la ciudadanía, engañada por una prensa cuya complicidad ha sido comprada por avisos valorados en 175 millones de soles.

El abogado Enrique Ghersi, reputado constitucionalista, encuentra los siguientes delitos que se derivan de los audios de Vizcarra: “Obstrucción a la justicia, manipulación de testigos y alteración de pruebas, en una probable organización criminal enquistada en Palacio de Gobierno”. Sostiene el Dr. Ghersi que “los audios revelan una incapacidad moral absoluta para gobernar. Corresponde al Congreso, con respeto absoluto por el debido proceso, que haga cumplir estrictamente la ley”. El artículo 113, capítulo IV (Poder Ejecutivo) de la Constitución Política del Perú de 1993, indica que la incapacidad moral para gobernar es causal de vacancia por el Congreso de la República.

El 17 setiembre publiqué en mi blog que Vizcarra debería ser vacado. Mi condición de médico que ha resumido toda la información descrita, no puede sino condenar una mala práctica que ha causado miles de fallecimientos al ignorar tercamente los consejos de nuestros mejores especialistas. Adicionalmente, la catadura moral de un gobernante golpista, políticamente traicionero y con evidente corrupción y manipulación de la verdad y la justicia, son argumentos definitivos a favor de su inmediata vacancia. Respeto la opinión de algunos constitucionalistas, periodistas y peruanos de que ella sería inconveniente en vista de la pandemia y la severa situación económica, pero considero que cualquier peruano que tome las riendas del poder, tendrá la visión de convocar a un nuevo y decente equipo ministerial que nos lleve a buen puerto, a pesar de la tormenta en que vivimos. Debemos parar no solo al comunismo, sino también a la corrupción, el engaño y la incultura cívica. Y debemos proteger la transparencia de nuestro proceso electoral de abril 11, 2021.

Como es sabido, el 18 de setiembre, el Congreso no tuvo los 87 votos para vacar a Vizcarra. Merino de Lama, presidente del Congreso, tuvo la torpeza de llamar a la Marina y la prensa lo llamó golpista, inventando que el UPP quería liberar a Antauro y cerrar Sunedu, etc, etc. La andanada mediática fue feroz y logró finalmente salvar a su “benefactor”. Mientras tanto, las corruptas encuestas del gobierno publicaban un mentiroso “respaldo popular” al presidente y a sus ministros de salud y economía. Todo hacía pensar que nos dirigíamos a un vicioso proceso electoral. Los troles comenzaban a inundar las redes sociales y la atención de los Tik Toks.

 VACANCIA PRESIDENCIAL

Por esos días, la reserva moral de nuestra Fiscalía (Dr. Germán Juárez Atoche entre otros pocos), presentó fulminantes pruebas de la corrupción de Vizcarra, detallando un pago de 1.3 millones de soles de ICCGSA, Ingenieros Civiles y Contratistas Generales S.A., a cambio de la buena pro para la construcción del Hospital Regional de Moquegua, y otro por un millón de soles de OBRAINSA, Obras de Ingeniería, S.A.C. por la buena pro de la obra Lomas de Ilo. Por otro lado, siguió mintiendo con referencia a personajes amigos, aduciendo que no conocía a uno y tenía contacto solo profesional con otro. Nuevamente, el Congreso que él creó le inició un segundo proceso de vacancia y el 9 de noviembre, acudió al Palacio Legislativo a ejercer su defensa, un discurso nada convincente y en el que torpemente insultó a su audiencia “que tenían 68 personas con investigaciones en el Ministerio Público”. 105 congresistas votaron por la vacancia presidencial y al día siguiente, Manuel Merino de Lama fue juramentado como interino Presidente de la República. Esa misma noche Vizcarra salió de Palacio a su casa, aceptando su vacancia. Al día siguiente, Merino nombró a Antero Flórez Aráoz Presidente del Gabinete y el 12 de noviembre juramentaron 18 ministros, todos prometiendo limpias elecciones y luchar contra la pandemia, la crisis económica y la corrupción. Este proceso fue absolutamente legal y ajustado a la Constitución.

EL ADVENIMIENTO DE LA OCLOCRACIA

¡Lo advertí en marzo 2019! La corrupción en el Perú, que figuraba en el puesto 105 de 180 países, mostró que éramos una democracia débil con algunos sistemas autocráticos. El gobierno corrupto de Martín Vizcarra y el coronavirus nos pusieron contra las cuerdas. Al caer el autócrata corrupto, el comunismo no podía esperar al 2021, especialmente porque tenían dos armas impensadas: una prensa vendida y cuatro miserables candidatos presidenciales. Pasaremos más adelante a discutir lo que estamos seguros protagonizaron los comunistas en el país.  

El jueves 12 de noviembre, mientras en Lima juraba el Gabinete Merino, los periódicos vizcarristas amanecieron con grandes titulares denunciando un inexistente golpe de Estado, sus páginas interiores llenos de falsas acusaciones y vejámenes. Pero fueron los canales de televisión los que instigaron la protesta, el odio y la violencia en calles y plazas, no solo en Lima sino en algunas ciudades departamentales. Al principio, las fotografías y videos eran concentrados en grupos pequeños, especialmente cuando aparecieron los candidatos aludidos. Ya no importaba el Covid-19 ni el respeto a medidas sanitarias ordenadas hace meses por el gobierno. A todo esto se sumaron las redes sociales, desbordadas por troles venenosos (comunismo + corrupción, ¿recuerdan?) incitando a la mentira y la violencia. Las imprentas informales fueron pagadas para producir cientos de pancartas injuriosas, banderas y gigantografías que se distribuían gratuitamente a través de la WhatsApp. Este costoso asalto a la democracia proviene de los adeptos al Foro de Sao Paulo, enemigos de la libertad y el progreso de Latinoamérica, herederos infames de los responsables de la desgracia de los pueblos cubano y venezolano. Esa misma noche aparecieron los vándalos recogiendo piedras enormes que “encontraron” en el jirón de la Unión para arrojarlas sobre la policía nacional, que les impedía el paso desde la Plaza San Martín a la Plaza de Armas. A su paso, estas hordas portando carteles con la hoz y el martillo, destruían ventanales y hasta robaron un cajero automático. Finalmente fueron repelidos con gases lacrimógenos. Las televisoras que había irresponsablemente promovido los desmanes, captaban escenas donde algunos gritaban a la policía que dispararan porque necesitaban “unos muertitos”.

El viernes 13 se caracterizó por una incesante cobertura de las televisoras, radio y prensa escrita para atacar al naciente gobierno de transición que obviamente no parecía preparado para controlar la situación. Los líderes del partidito morado, unidos con el impresentable Humala y la banda de comunistas, aparecían en TV mientras las hordas crecían y se comentaba que querían incendiar iglesias y hasta el mismo Congreso. Por eso la PNP no los dejaba entrar a Abancay. Los heridos de ambos lados empezaron a ser atendidos en hospitales. Pero faltaban los muertitos. Los jóvenes empezaron a sumarse, al ser machacados (por WhatsApp) de que había un golpe de Estado que quería destruir la democracia, postergar las elecciones y seguir en sus escaños por tiempo indefinido. Esta audiencia es conocida como la “Generación del Milenio”, aquella que nunca aprendió lo suficiente del Velascato, el Fuji-Montesinismo, Sendero Luminoso y nuestra infame corrupción. Debo decir, con pena, que fueron manipulados por los izquierdistas, la prensa traidora, los troles y la indiferencia de ciertos grupos empresariales.

El sábado 14 se llevó a cabo una marcha nacional pacífica que congregó a miles de ciudadanos, la mayoría jóvenes de ambos sexos, con un 50% calculado para las clases A y B. La cita fue en horas de la tarde y no hubo contratiempos. En la noche algunos se unieron a grupos violentistas que trataban de salir del Parque Universitario para dirigirse al Congreso por la avenida Abancay. Aquí aparecieron los vándalos premunidos de gran número de bombardas que disparaban contra la policía, recibiendo gases lacrimógenos y perdigones de jebe. Tras horas de violentos combates, a los heridos en ambos bandos, se sumaron dos jóvenes que perdieron la vida. Un video demuestra claramente como uno de los fallecidos falleció al explotarle unas bombardas en su cuerpo. Es posible que el otro joven haya sido impactado por perdigones que salieron de la muchedumbre. Ambos casos están siendo investigados y citamos un estudio reciente más adelante.

LA ABSURDA PESADILLA

La incalificable pérdida de dos vidas humanas determinó la caída de Merino y su gabinete y la asunción al poder de la minoría de los 9 Morados (Ejecutivo) y los 9 comunistas del Frente Amplio (Legislativo), mientras la mayoría de congresistas se sometieron cobardemente a la ilegalidad y la violencia de la tiranía de la calle, a la victoria del atropello. Este era un caso típico de oclocracia, una degeneración de la democracia que da paso al gobierno de la muchedumbre. La pobreza de nuestro casi inexistente poder político, sucumbió ante minorías organizadas que manipularon exitosamente a miles de jóvenes desinformados con el concurso de una prensa venal y unas redes sociales, que hoy constituyen “herramientas muy eficientes para crear apariencias, simulaciones, mentiras y medias verdades que se aceptan como ciertas y válidamente comprobadas”, como describe una estupenda periodista.

La prensa (grupo de El Comercio, La República, los canales 2, 4, 6, 7, RPP, N) ha recibido de Vizcarra unos 175 millones de soles de nuestros impuestos. Los otros promotores de la sedición fueron Julio Guzmán, Ollanta Humala, Verónika Mendoza y George Forsyth. Estos y los dueños de América TV, Canal N, RPP y Latina TV, han sido denunciados penalmente por el Delito de Exposición al Peligro ante la Fiscalía, por la Coordinadora General del Frente Patriótico (Ciro Luis Silva Paredes) y el Presidente de la Central Nacional de Mineros del Perú (Víctor Raúl Chanduvi Chávez).

El estudio de un video mediante software forense por el médico Walter Núñez ha detectado que las canicas salieron de entre los manifestantes (Diario Expreso, 21/11/20):Las imágenes eran de la avenida Abancay, donde cientos de personas pretendían acercarse al Mercado Central y al Congreso de la República. Se ha identificado a un encapuchado que porta un tubo blanco (posible “cazapato”). El especialista apuesta por implementar la ciencia y tecnología en la investigación”.

Como es sabido, la muerte de dos manifestantes provocó la renuncia de Merino y su gabinete el domingo 15. Más tarde renunció la mesa directiva del congreso y la comunista Rocío Silva apareció como “encargada” del Congreso pero fue rechazada por el Pleno, quienes al día siguiente eligen a Francisco Sagasti, el que jura como Presidente del país el martes 17 y juramenta a un gabinete izquierdista el 18. La turba y la “generación del milenio” se calmaron y la mayoría de peruanos despertaron el jueves 19 de noviembre a una absurda pesadilla.

SEGUIMOS EN LA LUCHA

Vizcarra fue efectivamente vacado y como escribía ese día Luis García Miró en Expreso: “Por arte de birlibirloque, hoy gobierna la izquierda”. El terminajo viene del caló (birlar=estafar y birloque=ladrón) y explica que “alguien ha sido robado en una forma sutil, con maestría y buen oficio del profesional del hurto, sin saberse cómo lo había hecho”. Esta actividad, dicho sea de paso, es muy conocida por los corruptos del Perú.

Pero los ladrones querían más. Ahora exigían una nueva Constitución. Felizmente, el nuevo presidente ha declarado que esto lo tiene que ver el gobierno a instalarse el 2021. Y los “pro-chilenos” callaron…por ahora.

El nuevo encargado del Interior ha dicho ayer, que “el papel de la PNP no es enfrentarse a los manifestantes”, refiriéndose a los pacíficos. Y a los que los atacan a mansalva ¿qué? Ni una palabra de agradecimiento a la PNP por cumplir heroicamente su deber. Dice que se están investigando las dos muertes. ¿Y quiénes dicen nada de los 80000 peruanos caídos por la punible incapacidad de los gobernantes de turno? Aquí es donde es urgente la acción de la justicia.

Y con respecto a la PNP, el 14 de agosto el ministro del interior Jorge Montoya reconoció que 24000 policías habían sido infectados por el coronavirus y 400 entregaron su vida en cumplimiento de su indesmayable deber en favor de la ciudadanía. ¿Dónde se metió la juventud para ofrecerles su eterna gratitud, aunque sea por WhatsApp, si ellos cuidaban a sus familiares de la tercera edad, muchos de los cuales no pudieron ser salvados? Ya es hora que la población sepa agradecer a los custodios del orden peruanos que no permitieron que los desadaptados quemaran nuestras iglesias y el Congreso Nacional, como hicieron sus compinches en Chile.

El 19 de noviembre, a horas 1.38pm, el Pleno del Tribunal Constitucional “declaró por mayoría improcedente la demanda competencial sobre la vacancia presidencial por permanente incapacidad moral”. La saludable votación de Ernesto Blume, Augusto Ferrero, Manuel Miranda y José Luis Sardón confirmaron la vacancia de Martín Vizcarra Cornejo y marca un esperanzador giro a proteger debidamente nuestra Constitución, así como un factor positivo –de los muchos que necesitamos- para salir de la pesadilla que afecta a los peruanos.

Teníamos razón los que apoyamos la vacancia. Ya sabemos quién es el enemigo. Hubiera sido fatal que esperáramos a julio 2021. Estoy seguro que las elecciones hubieron sido una farsa, especialmente con los ideologizados veedores que nos mandaría la OEA y su Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Una débil democracia hubiera sido presa fácil del comunismo delincuencial.

Ahora solo nos queda vigilar muy de cerca a este gobierno de transición y a soñar que los electores hayan aprendido a no esperar la última semana, aborreciendo las manipuladoras encuestas y reclamando que los candidatos debatan sus programas de gobierno. Transformemos la pesadilla en dulce realidad.

lunes, 2 de noviembre de 2020

PRUEBAS RAPIDAS: MALA PRACTICA PERUANA Y RESPONSABILIDAD JUDICIAL

 

 

El Covid-19 que se originó en China y se convirtió en pandemia el presente año ha producido en el mundo 46 millones de infectados, 1’198,569 de muertes y 440,577 nuevos casos al 2 de noviembre. El Perú posee el ominoso récord de muertos por 100,000 habitantes, con una cifra de 107.73, seguido por México (77), Brasil (76) y los Estados Unidos (71). Incluso, si las cifras mentirosas de nuestro gobierno se ajustan de los 34476 a los muy probables 80000, nuestra cifra sería de 250.

El clamor ciudadano es claro en responsabilizar al gobierno de Martín Vizcarra su desastroso manejo de la pandemia en el país. En Medicina, ello se denomina Mala Práctica.

Recordemos: al 14 de mayo, el gobierno utilizaba 84% de pruebas serológicas (446575) y solo 16% de pruebas moleculares (85594), contrariando tercamente a lo expresado por la Organización Mundial de la Salud y expertos nacionales. Ese día escribí: “no queremos pensar que el menor precio de las pruebas serológicas habría tenido relación con su masiva compra”. Era evidente que para lograr un cerco epidemiológico eficaz, se necesitaba el uso masivo de pruebas moleculares, identificando el virus y luego buscando los contactos respectivos.

Hace dos días, el Diario Expreso, informó que el 18 de marzo 2020 Martín Vizcarra, Elizabeth Hinostroza y María Antonieta Alva se reunieron con empresarios y brokers comercializadores de pruebas serológicas y, utilizando Perú-Compras y no el Instituto Nacional de Salud, pagaron S/. 100’026,487 por las “más baratas pruebas serológicas”. Los detalles aparecen en el Memorando Nº 0432-2020-EF del MEF y llama la atención que no se celebró el Acta respectiva de una Operación tan importante. Además, el día siguiente se publicó un Decreto de Urgencia (Nº 28-2020) con las firmas de Vizcarra, el premier y sus ministras. Zamora reemplazó a Hinostroza el 20 de marzo y la Mala Práctica continuó rampante. El miserable “ahorro” llevó a este grupo de incapaces a causar el invalorable fallecimiento de decenas de miles de peruanos.

La mala práctica de salud que están sufriendo los peruanos debe ser castigada por la justicia más severa. No puede haber impunidad ante tanta ignorancia e irresponsabilidad.