miércoles, 13 de agosto de 2014

PASADO EL MUNDIAL, SIGAMOS CON LA REFORMA DE LA SALUD


Varios blogueros, comentaristas y periodistas han escrito en las páginas de diarios limeños sus "lecciones que nos dejó el Brasil 2014". Como era de esperarse, la mayoría buscaba revertir nuestras décadas sin participar en tan importante justa deportiva. Personalmente, pienso que un país desarrollado como Alemania nos mostró claramente cómo se hace una Reforma Deportiva: 1) Reconocer los errores y el retraso institucional. 2) Decisiones acertadas conducentes a iniciar un proceso de cambios. 3) Catorce años de trabajo constante y responsable. 4) Inteligente inversión económica.
Hace más de un siglo Alemania fue también el modelo a seguir por los Estados Unidos, más no en el deporte sino en reformar la Salud. Todo comenzó por mejorar la educación médica, tan precaria entonces con sus múltiples escuelas y mal preparados estudiantes. El Perú de hoy, 34 años atrasado en fútbol, aún no ha logrado iniciar una verdadera reforma de su Salud, la cual, en el Global Competitiveness Index 2013-2014, se encontraba en el puesto 95 de 148 países. Mientras tanto, este improvisado gobierno está muy lejos de aplicar los cuatro conceptos del párrafo precedente y ni por asomo considera reformar la educación médica como el paso inicial seguida por países avanzados; cree que, remozando o construyendo hospitales y accediendo a justas demandas salariales, la reforma se pondrá en marcha. Por otro lado, ni las autoridades universitarias o gremiales ni las asociaciones de especialidades médicas han exhibido el liderazgo que nos conduzca a un sistema de salud moderno y responsable. Finalmente, la población continúa al margen debido a una crítica desinformación por los medios de comunicación.   
Retomemos, pues, el tema. En primer lugar, las instituciones mencionadas tienen que reconocer los errores que mantienen a la salud cautiva en el siglo pasado. Solo entonces se pueden tomar decisiones acertadas para iniciar un proceso de cambios. Este proceso tomará tiempo y será muy costoso. Estas son las razones por las que consideramos que una reforma de la salud para el Perú solo se podrá aplicar para la próxima generación, dentro de unos 10 a 20 años, siempre y cuando la iniciemos ahora.
Todo peruano debe saber:
            1. La salud incluye dos componentes, la salud pública y la asistencial. La salud pública o preventiva se concentra en poblaciones y busca mantener la salud en sus aspectos físico, mental, intelectual, social, medio-ambiental y espiritual, a través de acciones colectivas. La salud asistencial o reparativa se aplica en individuos, para diagnosticar y tratar la enfermedad y prevenir su recurrencia.
            2. En el Perú, la salud pública tiene un impacto mayor que la asistencial, debido a las carencias socio-culturales que generan desigualdades, pobreza, hambre, desnutrición y enfermedad. El despegue económico de las últimas décadas ha logrado disminuir las cifras de pobreza, pero sin una reforma de nuestro sistema de salud el progreso nunca alcanzará a las grandes mayorías. Por otro lado, las deficiencias en la salud asistencial solo las experimentan los que sufren en carne propia las malas prácticas profesionales, los que no pueden acceder a una atención de calidad y los que viven en áreas lejanas y olvidadas.
            3. No habrá reforma de la salud si los habitantes de este país no son informados en qué consiste y cómo se puede lograr. En "Reforma de la Salud en el Perú: Apuntes Puntuales para la Próxima Generación", el autor presenta en detalle lo que el pueblo debe saber. Una apretada lista de los pasos a seguir se presenta a continuación:
a) El Ministerio de Salud debe promover la implementación de la ley 27813 promulgada en Agosto de 2002, detallando los componentes de un Sistema Nacional Coordinado y Descentralizado de Salud. Sin la implementación, los componentes siguen fragmentados doce años después.
b) Plan nacional de agua y saneamiento. Marchamos en puesto 18 entre 21 países latinoamericanos. Diez mil millones de dólares es la inversión necesaria para solucionar este problema durante la próxima década. El grosero mutis del gobierno y la prensa en este tema es típico de nuestro característico cortoplacismo e irresponsabilidad política. Los pobres necesitan agua y saneamiento para tener salud.
c) Reforma de la educación médica. Hay demasiadas escuelas médicas. Deberían ser unas 14 y no 34. Deben ser acreditadas por un Directorio Corporativo de Acreditación, independiente de las escuelas y del Estado, compuesto por pedagogos y administradores médicos, especialistas en resultados basados en evidencias e informática, y contratados con el apoyo de prestigiosas fundaciones internacionales. Luego, la institución funcionará con recursos propios y tendrá funciones fiscalizadoras y de control de calidad.
 Los graduados de las escuelas acreditadas se someterán a un Examen Nacional de Licenciatura Médica, administrado por un Directorio Nacional de Examinadores Médicos. Este Directorio estará conformado por eminentes líderes en Medicina, especialistas en informática y delegados del Ministerio de Salud, Congreso de la República, Colegio Médico y de la Asociación de Escuelas Médicas debidamente acreditadas. La selección de los miembros del Directorio podría estar a cargo de un comité especial. Este examen sería obligatorio para las últimas diez promociones y opcional para el resto de médicos.
d) Reforma del ejercicio profesional médico. A los médicos con licencia para ejercer, debemos sumar especialistas con debido entrenamiento y certificación. Esto se logra con la creación en el Perú del Directorio Nacional de Especialidades Médicas. Esto ya lo hicieron los norteamericanos hace casi un siglo, no podemos continuar tan atrasados. Cada especialidad tendrá su Directorio, el que se convertirá en el Ente Rector indispensable para asegurar atención de calidad a la población. Las asociaciones de especialistas y sub-especialistas tendrán la responsabilidad de formar su respectivo Directorio. Es de esperar que las especialidades básicas, Medicina, Cirugía, Pediatría y Obstetricia formen sus Directorios lo antes posible.
La atención en hospitales debe también tener un ente rector que ejerza un control especializado. Se debe crear un Comité Interdisciplinario de Acreditación de Hospitales, formado por ejecutivos con amplia experiencia en salud pública, manejo financiero, calidad de atención médica, seguridad del paciente, resultados basados en evidencias e informática. Debe contar con el apoyo del Colegio Médico, el Ministerio de Salud, el Instituto Peruano de Seguridad Social, los hospitales de las FFAA y las diversas asociaciones de hospitales en el país.
e) Atención primaria de la salud. Es aquí donde se requiere el decidido apoyo del Estado y de instituciones afines. Las especialidades de Medicina Familiar y Medicina Comunitaria deben enseñarse tanto en el pre como postgrado. Medicina Familiar es urgente para las provincias y Medicina Comunitaria para los distritos del Perú. Trabajar fuera de la capital debe incentivarse con sueldos 30% mayores. La Organización Mundial de la Salud ha expresado claramente su opinión contra gobiernos que envían cuadros inexpertos a los pobres del país. El SERUM (Servicio Rural Marginal dispensado por médicos recién graduados) debe progresivamente dar paso a las especialidades mencionadas.
La atención primaria se da en Postas Médicas o Clínicas de Barrio, de ninguna manera en hospitales. La mayor inversión inicial debe darse en los puestos de atención primaria, dotándolos de los instrumentos y equipos necesarios para atender a los ciudadanos. Los médicos comunitarios pueden también encargarse de los albergues de enfermos por drogas. alcoholismo y de niños abandonados. Estos enfermos sociales no pueden ser castigados por la indiferencia de "los justos" sino más bien atendidas profesionalmente.
f) Aseguramiento Universal. 40% de peruanos no tienen cobertura de salud. En 2007, Chile y Colombia tenían coberturas de 96 y 88%, respectivamente. Necesitamos un estudio financiero por un equipo de peruanos al más alto nivel, ciertamente independiente de compromisos políticos o gubernamentales (algo así como los Directorios de Examinadores Médicos o los Directorios de Especialistas). Aquí, el único rol del gobierno sería interesar a organismos o fundaciones internacionales para sufragar el costo de Instituciones como las propuestas. Modestamente, no veo otro camino para lograr un Aseguramiento Universal en el Perú. Finalmente, tenemos que reducir progresivamente nuestra agobiante informalidad.
g) Acceso universal a medicamentos genéricos de calidad. Por ahora, los genéricos son prioridad. Las empresas farmacéuticas pueden y deben contribuir al abaratamiento de las medicinas. Las compras deben hacerse por una entidad especializada no gubernamental, con personal de probada honradez y eficiencia. La receta médica debe ser obligatoria para la venta de fármacos esenciales. Hay que continuar la lucha contra la mafia de medicamentos falsificados. El control de calidad de medicinas importadas deben realizarse en el Perú.
 
El autor de este planteamiento de reforma no tiene aspiraciones económicas o de poder. Ejerció su especialidad de cirugía pediátrica durante 22 años en USA y 18 en el Perú. Su compromiso es ahora con el Perú profundo y la juventud estudiosa. El sector salud peruano deja mucho que desear. Nuestra brecha científica con el mundo desarrollado crece anualmente a pesar del esfuerzo de tantos buenos profesionales de la salud que laboran en el país.
¿Recordará amable lector lo primero que hicieron los alemanes? Pues,  reconocer los errores y el atraso institucional. Un proceso de cambios no se puede encargar a los improvisados. Ahora tenemos muchos tomando decisiones. El pueblo tiene que enterarse… por ahora, solo nos quedan las redes sociales.
 
Jorge E. Uceda del Campo
Miraflores, 12 Agosto 2014.