Luis Garcia Miró Elguera 30 octubre 2020 Diario Expreso
Edición revisada para completar la idea.
Este corto editorial de Luis García
Miró me he permitido acortarlo aún más para destacar su acertada crítica a las
Encuestas Pre-electorales luego de un párrafo introductorio en el que solicita
a la ciudadanía prepararse para elegir bien, que ya anuncia en el título.
El segundo párrafo explica que en
1968, el dictador Velasco Alvarado se dedicó a destruir los partidos políticos
al presentarlos como un cártel de maleantes, para luego crear su partido único,
el SINAMOS, infame maquinaria al servicio del poder de turno. Consecuentemente,
capturó y deformó las instituciones del Estado y políticamente destruyó al
país.
Cuando, una vez más, la revolución
militar fracasó, los partidos renacieron pero, dice Luis García “ya no lograrían mantener su capacidad de
convocatoria, su empatía entre sus prosélitos, su sólida formación partidaria,
ni esa preparación ideológica que antes solían exhibir. Como resultado, en
adelante la sociedad no volvería a validar la importancia de los partidos como
base de toda democracia y del Estado de Derecho. En adelante permanecerían
semi-momificados, sobreviviendo de dádivas que ni siquiera cubrirían el cuidado
de sus vetustos locales partidarios”.
Finalmente, criollas reformas
electorales han permitido la inscripción de partidos que son en, verdad,
vientres de alquiler para usufructuar en tiempos electorales, sin que importe
la más elemental ideología partidaria y menos, virtudes cívicas y morales. Este
es el origen de la multitud de candidatos para tentar la silla presidencial o
una curul congresal.
Y termina Luis García escribiendo:
“¡Mientras aporten al partido, por más diletantes, incapaces,
atrabiliarios e impresentables que sean los candidatos, mejor! Esto implica que
la gente ya no analice a sus candidatos. Ahora se limita a darles el voto
porque ‘las
encuestas los muestran arriba’, ‘tienen buena pinta’, o porque hablan bonito, bailan bien
y/o aparecen en los programas faranduleros. Es decir ‘méritos’ válidos para
generaciones de peruanos despistados, pero quienes en sus votos hoy tienen los
destinos del país. Gente que hasta ayer no pensaba con la cabeza votará
impulsada por una prensa
canallesca que la mantuvo desinformada publicando encuestas amañadas, abusando de su
inexperiencia y su ímpetu juvenil. Esperemos que esta vez los peruanos analicen
mejor a sus candidatos y comprendan que con sus votos están dándole licencia -a
quien escojan- para administrar su vida y hacienda durante largos años.”
Bien por el señor periodista, alertando a la
población acerca de las perniciosas encuestas, pero el consejo a los electores
de analizar mejor a los candidatos y comprender la tremenda importancia de su
próxima votación se pierde en medio de una espectral y angustiante pregunta:
¿Cómo?
Aquí no cabe una mejor opción que hacer
hablar a los candidatos presidenciales. Un primer paso sería a través de
presentaciones personales televisivas, desde luego en medios independientes. Luego, en el
mundo civilizado de hoy los Debates Pre-electorales, son los que, debido
al elevado número de candidatos, deben multiplicarse hasta que la población
pueda separar los preparados de los farsantes. Así, la primera vuelta sería una
única Encuesta seria y definitiva, no solo señalando las dos mejores fórmulas presidenciales, sino también
eligiendo a los más idóneos congresistas.
Finalmente,
si la segunda vuelta es necesaria, otro par de Debates televisivos a nivel nacional
enfrentará a los dos mejores candidatos presidenciales y los electores tendrán
información precisa y veraz para encontrar la mejor opción que nos lleve por la
senda de la recuperación y el progreso nacional.