EL POR QUÉ Y EL CÓMO DE UNA REFORMA DE SALUD EN EL PERÚ (I)
El extraordinario progreso de la
medicina en el último siglo ha producido una creciente brecha científica entre
los países que lideraron los avances y el resto del mundo. El Perú marcha en el
tercio inferior de 191 sistemas de salud evaluados por la Organización Mundial
de la Salud en el año 2000. Esta posición debe haber mejorado en la última
década gracias a nuestro sorprendente repunte económico, pero la brecha científica
continúa ampliándose debido a una desorganización institucional que mantiene al
Sector cautivo en el siglo pasado. Mientras tanto, la necesidad de una reforma
de la salud continúa en boca de todos. Sabemos el por qué pero no el cómo.
Hay que comenzar, como hizo
Estados Unidos hace un siglo, reformando
la Educación Médica. En 1908, la American Medical Association (AMA),
institución tutelar equivalente al Colegio Médico Peruano (CMP), solicitó a la
Fundación Carnegie evaluar 155 escuelas, la mayoría de las cuales producían médicos pobremente entrenados. La
Carnegie encargó al pedagogo Abraham Flexner tal estudio. Su reporte de 386
páginas fue presentado en Nueva York en 1910, impactando a la población de tal
modo que muchas escuelas cerraron sus puertas o se anexaron a otras. Treinta
años después solo habían 60 escuelas en Estados Unidos. Durante ese tiempo, los
médicos obtenían su licencia mediante examen y las especialidades médicas
formaron entes rectores para aprobar sus programas de entrenamiento y certificar
a los graduados mediante exámenes escritos y orales. Hoy, 750,000 médicos
norteamericanos ya han recibido tales certificaciones en 145 especialidades y
sub-especialidades. La población allá sabe perfectamente el significado y
validez de un certificado de especialista.
En el Perú ha ocurrido, un siglo
después, lo que sucedió en los Estados Unidos. De 7 escuelas médicas que
funcionaban en 1980, ahora tenemos 32. La sobre-producción de galenos ha sido
tal que, entre 1994 y 2004, la Dirección de Migraciones registró un promedio
anual de 1251 médicos peruanos emigrantes definitivos. En 2011 se graduaron
3200 médicos. De los 40000 médicos colegiados en 2006, ahora están registrados
60000. En cuanto a indicadores de calidad, no los hay. Los exámenes nacionales
de graduación solo reportan a las escuelas y a sus graduados. En 2008
publicaron un promedio nacional de 61.78 sobre 100. Para aprobar el examen de
licenciatura en los Estados Unidos el puntaje mínimo es 75. El 2007 se
evaluaron 28 escuelas y 27 acreditaron. A diferencia de Flexner, que era
pedagogo, el estudio en nuestro país fue conducido por médicos. Un estudio de
varios países avanzados encontró que la relación escuela médica/habitantes es
una escuela por cada 2 millones de pobladores, por lo que el Perú solo
necesitaría 15 escuelas médicas.
Las correcciones saltan a la
vista:
1. Completar estudio de recursos
humanos de salud a nivel nacional.
2. Re-acreditación de nuestras
escuelas de medicina. Instituciones como el CMP, la Comisión de Salud del
Congreso de la República y el Ministerio de Salud (entre otras) podrían
solicitar el invalorable apoyo de la Fundación Carnegie, que hoy opera desde
Stanford, California. Tenemos insignes pedagogos en el país para hacerse cargo
del proceso.
3. Licenciatura Médica mediante
Examen Nacional de Graduación, administrado por un Directorio Nacional de
Examinadores Médicos. Esta entidad será corporativa e independiente de las
universidades. Los miembros del Directorio deben ser personalidades de
reconocido prestigio y solvencia moral. Ya lo dijo el eminente catedrático
Jorge Casas Castañeda: "Las universidades no pueden ser juez y
parte".
4. Cambios legislativos. Expertos
en salud y el Congreso de la República, pueden lograr la derogación de leyes
obsoletas y ofrecer legislación moderna, transparente y comprometida con la
comunidad. La población, como parte interesada, debe estar al tanto de los
pormenores de este proceso.