La memoria de mi padre me
dio el título de estas 18 páginas. En el ocaso de su honesta y ejemplar
existencia escribió sus “Hojas Sueltas” para su descendencia. Pero también se
desveló por su tierra natal: En 1949, habiendo sido convocado por un general
coetáneo para su Ministerio de Agricultura, desarrolló con ingenieros
estadounidenses el Proyecto de Irrigación de Chao, Virú y Moche. La política retrasó su sueño
por medio siglo y ahora dicen que se les ocurrió “en la década de 1960”.
Mis Hojas Sueltas, tienen un
maestro: Mi padre me enseñó a crecer identificado con el suelo que le vio
nacer y haber procurado ayudar a los que no nacieron favorecidos.
EL
DESGOBIERNO QUE HOY TENEMOS
Preámbulo.
Elegido
democráticamente en 1990, Fujimori hizo posible nuestra reinserción económica y
financiera internacional, combatió y venció al terrorismo y visitó todo el país
inaugurando colegios y centros de salud. No cabe duda que en sus primeros años,
Fujimori alivió grandemente el sufrimiento popular causado por el Velascato, el
terrorismo senderista, el desgobierno de García y hasta el devastador Fenómeno
del Niño de 1997. Sin embargo, el poder lo envileció y empezó a copar
instituciones, incluyendo el poder judicial y corruptos mandos militares. Así
se mantuvo como reyezuelo hasta que el pueblo lo sacó el año 2000. El
presidente interino y el que lo siguió, Toledo, sembraron el Estado de
caviares, alimañas de todo tipo que pregonaban odio visceral y revanchismo,
dejando el país en manos de aventureros, irresponsables y hasta delincuentes.
Humala nos dejó corruptas e impagables mega-obras. Alan II encontró la mesa
servida y al menos no repitió su imperdonable Alan I. PPK nos trajo una gran
desilusión porque pretendió gobernar sin prepararse ni él ni su equipo.
Vizcarra merece terminar su miserable existencia encarcelado.
Tiempos
recientes. Vacado Vizcarra, el presidente del congreso Manuel
Merino fue nombrado presidente interino. El “asalto a la democracia”
planificado con tanto detalle no se hizo esperar. La grita caviar y la prensa
traidora y mercenaria lo tenían todo preparado. Pronto aparecieron los
terroristas camuflados como barras bravas y la violencia produjo los deseados
muertitos, tan solo dos. El grupúsculo morado del congreso logró convencer a
incautos jovencitos miraflorinos para que salieran “a defender la democracia”.
El hasta entonces agazapado Sagasti, recordando su formación en Tavistok junto
con el también rojo Max Hernández, “madrugó” a la acobardada mayoría congresal
y se hizo nombrar presidente del congreso. Merino y su gabinete huyeron como
patos perseguidos por gavilanes y Sagasti alzó su copa el 17 de noviembre 2020.
Justo ese mes asumió la presidencia del Poder Electoral el comunista Salas
Arenas, quien orquestó un descarado fraude para abril 2021.
Párrafo aparte merece el
tercer puesto de Rafael López Aliaga, detrás de Keiko Fujimori, cuando una
semana antes de los comicios, el de Renovación Popular figuraba primero en las
encuestas. Este detalle demuestra el paso inicial del fraude perpetrado por los
comunistas encaramados en el poder, quienes sabían que iba a ser muy difícil
vencer a “Porky”.
La estupidez de los
demócratas merece también su propio párrafo. Las múltiples candidaturas
observadas desde 2011, no fue motivo para curarlos de su irresponsable
mezquindad. Castillo ganó por 44000 votos. Calculo que 150000 votos del
extranjero se “extraviaron en la valija diplomática”. Digo esto porque habiendo
un millón de votantes en el extranjero, el jurado nacional declaró que solo el
30% votó; de esos 300000, 60% votó por Keiko en América y Europa, 80% en Asia y
Africa y 70% en Oceanía. Las protestas, simplemente fueron ignoradas por Salas,
algo típico de los comicios ideologizados.
A pesar de todo, el “Maduro
peruano” solo obtuvo 40% de congresistas, contra el 60% del bloque democrático.
Ello y el liderazgo de connotados defensores de la democracia, entre los que
sobresalió Erasmo Wong, iniciaron una tensa lucha a través de una prensa
minoritaria, pero valiente y decidida (Willax TV y Diario Expreso). Los
desesperados intentos por instaurar una asamblea constituyente fracasaron por
la decidida intervención del Congreso, el Tribunal Constitucional y nuestras
Fuerzas Armadas y Policiales. En junio 2022, la nueva Fiscal de la Nación
presentó ante el congreso una voluminosa carpeta judicial contra la
organización criminal liderada por el presidente del país. Patricia Benavides
nos hizo recordar a un insigne tacneño, cuando en 1832 Francisco de Paula
González Vigil censuró a otro presidente con una frase lapidaria: “Yo debo
acusar, yo acuso”. Desquiciado por la evidencia en su contra, Castillo intentó
sin éxito un golpe, fue vacado por el congreso y la fuerza armada lo condujo a
su prisión. Los corruptos congresistas de su partido, optaron por su nunca
soñada comodidad y continuaron con su dispendiosa existencia.
El
engañoso gobierno de Dina Boluarte. Al cabo de un año de desgobierno, la situación
socio-económica es crítica. En economía, hace 6 meses que andamos en recesión,
negada al principio por el incompetente ministro del sector. Ya no hay
conflictos sociales porque la Minería está parada. El Perú, 2° en el mundo con
reservas cupríferas (90 mil millones de toneladas), pierde enormes ingresos
debido al renacimiento del Senderismo porque eso es lo que buscan: Empobrecer
al inculto y controlarlo con migajas para mantenerse en el poder.
Boluarte y Otárola, o al
revés, no han hecho nada por la Minería. Con respecto a Dina, muchos de los
perú-posiblistas que la sentaron como vicepresidente, no han perdido sus
prebendas como empleados del gobierno; incluso hasta vizcarristas siguen en sus
puestos; desde luego, los consultores caviares están vivitos y coleando. En
cuanto a Vladimir Cerrón, no fue permitido de postular en la plancha por sus
evidentes problemas legales, pero se ha mantenido dos años como “pedro en su
casa” hasta que ordenada su carcelería, Dina ha escondido a su aún jefe en
forma escandalosa, a tal punto que el reo utiliza sus redes sociales para
burlarse de la justicia y los peruanos. Mientras tanto, miles de prefectos y
subprefectos continúan en sus puestos para mantener la desinformación en la
sombra.
Pero eso no es nada. Ahora
tenemos una Inseguridad Ciudadana que va en aumento, del robo al asesinato. A
la policía nacional le han quitado su función fiscalizadora, obstaculizando su
capacidad para mantener el imperio de la ley. Un policía abatió a dos miserables
ladrones y ahora un juez lo tiene preso. El ministro del Interior, un general
retirado de la Policía, ocupa ese importante puesto desde enero 2023 y en sus
narices ha crecido la criminalidad; recientemente declaró en emergencia a solo
dos distritos de los 42 que componen la Lima Metropolitana. Este es el sujeto
que mandaba a la policía desarmada a repeler ataques terroristas organizados
por partidarios de su gobierno en el sur del país. El gobierno y la prensa
comprada, ya en el poder, se olvidaron de “luchar por la democracia”, a pesar
de medio centenar de muertos, incluyendo a un policía quemado vivo y 6 soldados
de la Patria. Este ministro se negaba a renunciar hasta que al final lo
sacaron.
Mientras tanto la Boluarte,
con el increíble apoyo del congreso, se ha dedicado a viajar por Brasil, Europa
y Estados Unidos. Primero Dina se fue a abrazar a su compinche Lula y llenarse
del maligno aroma del Foro de Sao Paulo. Hasta se fue a tomar una foto con el
Papa socialista sin arrancarle la menor sonrisa. Sus otras paradas han sido tan
inconsecuentes como vergonzantes. Y ha tenido el cuajo de anunciar una tremenda
mentira: Que en el Perú todo es calma y felicidad. En octubre fue a reunirse
con Biden pero la dejaron plantada. El escándalo motivó las renuncias de su
canciller y del embajador peruano en Washington.
No me cabe ninguna duda que
este gobierno es la continuación asolapada del de Castillo. El maestro de
ceremonias es un “Gato” cubano no encerrado, inamovible Embajador de Cuba en
Perú. Se pasea por nuestro país inaugurando eventos, mientras continúa su
espionaje, especialmente en el sur. Juan Carlos Liendo, uno de nuestros mayores
expertos en Inteligencia fue separado hace meses por el comunista co-presidente
Otárola. Me temo que estén buscando más desórdenes para alimentar la
desconfianza y el odio visceral de nuestras empobrecidas mayorías. Por otro
lado, les satisface la atomización de candidaturas presidenciales, de modo que
puedan esta vez dar un zarpazo más contundente.
Y
así volvemos a diciembre 2023. El Perú es ahora un barco a
la deriva debido a otro gobierno mediocre, descendiente del ágrafo Castillo, y
a una población carente de cultura cívica y lo que es peor, desinteresada de la
política. La pobreza es cercana al 30%, la informalidad al 70%, el Banco
Central de Reserva (una de nuestras pocas instituciones confiables) estimaba un
crecimiento anual de 0.9%, pero ahora habla de un 0.2%. La inseguridad
ciudadana campea por doquier y va en aumento. El poder ejecutivo, deformado por
inútiles ministerios y asalariados amigotes o cómplices del gobierno de turno,
continúa con las corruptelas características de un país tercermundista. El
Congreso se ha convertido en una mayoría de corruptos e insensibles “personajes
de baja estofa”, comprados por un gobierno saturado de comunistas y traidores
caviares.
Todo esto explica cómo, trascurrido medio siglo, los veteranos
llegamos a la tercera edad sin haber experimentado ninguna de las reformas
políticas, judiciales, educativas y sanitarias, tan necesarias y “eternamente
urgentes” para salir del subdesarrollo.
A finales de noviembre 2023,
la caviarada, auténtica organización criminal, se apresuró a recuperar el poder
del Ministerio Público imitando sus delictivas acciones del 2020, cuando la JNJ
vizcarrista destituyó al fiscal Chávarry. La infame y corrupta prensa de
siempre publicó una supuesta injerencia del asesor de Patricia Benavides en
votaciones del Congreso. La dupla de Marita Barreto y Harvey Colchado
denunciaron a su jefa iniciando un detallado plan que a los pocos días aparece
como una auténtica conspiración caviar.
Varias voces demócratas respaldan a la Fiscal de la Nación. Sobresale la
impecable intervención del abogado Humberto Abanto Verástegiui, especialista en
Derecho Constitucional, Procesal e Internacional, quien fue claro en descubrir
la burda maniobra caviar. Los conspirados saben que, gracias al nuevo Código
Procesal Penal, el Ministerio Público tiene un poder inmenso para neutralizar a
los enemigos de la democracia. Abanto también denuncia la premura con que el
Fiscal Pablo Sánchez pide la renuncia de Patricia Benavides sin llevar a cabo
ninguna validación probatoria. Típicamente, los comunistas ya comenzaron a
mandar sus portátiles a las calles vociferando que se vayan todos.
La refrescante edición del
diario Expreso del 4 de diciembre destaca la jurídica defensa de Patricia
Benavides, a la cual soportan los constitucionalistas Humberto Abanto y Natale
Amprimo. Asimismo sobresalen las entrevistas del destacado jurista Luis Lamas
Puccio y del economista Manuel Romero Caro que denuncian, respectivamente, la
torpe campaña mediática contra la Fiscal de la Nación y la impunidad que buscan
los que ocultan el Acuerdo de Colaboración con Odebrecht.
Este
estado de cosas se veía venir:
Vladimir Cerrón continúa escondido por su ex-cajera Boluarte, a Vizcarra se le
augura 15 años de prisión, Vela Barba ha sido destituido por más de ocho meses,
peligra el secretismo de la colaboración con Odebrecht, y la asunción al poder
de Milei es inquietante para el rojerío latino. Ya era hora que este gobierno
responda por muchas más muertes que las dos atribuidas a Merino, máxime si en
enero la turba mató seis soldados y un policía fue carbonizado por no usar su
arma.
LA
TRAICION A LOS DEFENSORES DE LA PATRIA
Este es un tema que debo
abordar en forma preferente. En 1983, el país fue atacado por una horda
desquiciada de fanáticos comunistas, lideradas por un demente y delincuencial
terrorista que empezó asesinando peruanos destacados, destruyendo propiedades
públicas y privadas, mientras en el interior del país masacraban cruelmente a
enteras familias empobrecidas que se habían negado a abrazar su maligna
ideología. Nuestras valientes y heroicas fuerzas armadas y policiales los derrotaron
militarmente y arrestaron a su “presidente Gonzalo”, el cual finalmente murió
hace poco en prisión.
Antes de tratar los muchos
temas que nos mantienen en el subdesarrollo, es fundamental que nuestros niños
y adultos jóvenes conozcan la verdad de lo que realmente ocurrió en esa
terrible década que vivió en el país. Ellos tienen que entender que nuestros
militares cumplieron con su deber constitucional de controlar el orden interno
atacado por el terror.
Sin embargo, la matriz
permisiva y olvidadiza de una población ocupada en sus pequeños y mezquinos
intereses se olvidó de recuperar a la patria herida y permitió al enemigo
reagruparse y comenzar una paciente infiltración de instituciones educativas y
judiciales, mientras malos peruanos coludían en la política y en el gobierno
para tejer una maraña judicial contra nuestras victoriosas fuerzas armadas y
policiales.
Este incomprensible país
permitió que su traicionero poder judicial acuse penalmente a los que
ofrendaron su lucha y hasta su propia vida para derrotar al enemigo. Pero lo
más infamante y alevoso es que este infundio se haya mantenido hasta la
actualidad. Los responsables de esta aberración deben recibir todo el peso de
la ley, incluyendo particularmente a despreciables “figuras” internacionales
que, habiendo nacido en estas tierras, participaron activamente en esta odiosa
persecución. Toda esta calaña pasará a la historia como los verdaderos
traidores a la patria y por supuesto deberían conocer la frialdad de nuestras
celdas.
Es indignante y vergonzoso
observar al sobredimensionado sector de leguleyos y “constitucionalistas” que
hasta ahora han tolerado este vil atropello a nuestros insignes Defensores de
la Patria.
Finalmente, y no por ello
menos urgente, la ley peruana debería indemnizar económicamente a los miembros
de nuestras fuerzas armadas y policiales que han tenido que soportar estos
incalificables agravios, en tanto la ciudadanía ignoraba su deber cívico y
moral de protesta en favor de los compatriotas que les devolvieron la
tranquilidad y seguridad. El 15 de octubre nos enteramos de la penosa partida
del Almirante Luis Giampetri Rojas, doble vencedor en su lucha contra el
terrorismo y contra la caviarada judicial de su propio país. Su heroico
recuerdo tendrá que liderar la recuperación de la justicia y el agradecimiento
de la Nación a sus camaradas.
NUESTRO CORRUPTO E INDESEABLE PODER JUDICIAL
Solo en países donde ejercen
jueces probos y honestos el Poder Judicial es un templo donde no se admite la
corrupción y la injusticia. El respeto a la legalidad es la mejor garantía para
la preservación de la democracia y la construcción del progreso y desarrollo de
las naciones.
El poder judicial que
tenemos nunca ha podido reformarse porque ni las personas ni la institución
están libres de una crónica y gigantesca corrupción. Este aserto no requiere
pruebas, evaluaciones o investigaciones; en el Perú, lo dicho es tan solo una
verdad de Perogrullo, si bien es justo admitir escasas excepciones en algunos
de los miembros de ese poder judicial.
En las últimas décadas,
además de su rampante corrupción, el poder judicial peruano ha sido fácilmente
capturado por el poder de turno, especialmente, por esa casta despreciable de
izquierdistas llamados caviares. Estos
individuos se han formado en desacreditados centros de estudio para aprender
cómo se engaña al pueblo y luego parasitar el Estado con mentirosas
consultorías. En medio del caos, hay toda una mafia enquistada en la
Judicatura, donde sobresalen los jueces y fiscales que han hecho del
prevaricato una despiadada especialidad; además, desde luego, son expertos en
prodigar impunidad a los bribones que compran sus favores con descaro. Su poder
es tan grande que hasta interpretan la constitución como les venga en gana.
Ya nos hemos referido a la
infiltración judicial ocurrida después de la derrota de Sendero y la caída del
gobierno de Fujimori. El poder judicial pasó a nuevas manos sucias, se tornó
caviar. El gobierno interino de Paniagua, seguido por el de Toledo, fueron los
nuevos arrendatarios. Grandes corrupciones han sido convenientemente ignoradas
por los tribunales de justicia, pero mencionaremos solo tres ejemplos.
En 2011, los petrodólares
chavistas colocaron en palacio a Ollanta Humala y los comunistas empezaron a
exhibir propuestas revanchistas. Empero, no contaron con una “co-presidenta”
que empezó a sentir aires imperiales, soñando repetir el kirchnerismo en Perú,
todo lo cual frustró los inminentes planes castro-chavistas. Lo que sí la dupla
peruana logró fue emprender tres faraónicos proyectos que seguimos pagando los
peruanos formales de hoy y lo continuarán ad infinitum generaciones futuras.
Por supuesto que los Humala recibieron carcelería previa pero hoy están gozando
de la usual impunidad.
En 2016 estalló en el Perú
el caso lava-jato, el lavado de dinero en gasolineras de Brasil. La gigantesca
empresa constructora Odebrecht fue acusada en Brasil en 2008, pero ya había
estado corrompiendo silenciosamente los gobiernos peruanos desde los tiempos de
Toledo, hasta que en 2016 buscó fortuna en los Estados Unidos. Fue por eso que
la Federal Court le impuso una multa de 2600 millones de dólares. Recién
entonces la “justicia peruana” entró a tallar, con los vergonzosos e
indignantes resultados que hoy todos conocemos. La reciente remoción del
corrupto fiscal Vela es una de las razones por las que la caviarada busca
recapturar el Ministerio Público, por la posibilidad de conocer el acuerdo
secreto con Odebrecht.
Otro ejemplo puntual y
reciente fue la manipulación del constitucionalmente vacado expresidente
Vizcarra, política y penalmente responsable de 200,000 peruanos fallecidos con
Covid-19. Este individuo traicionó a Kutchinsky y a Keiko, cerró ilegalmente el
Congreso y se rodeó de una burocracia adulona y servil, presta al latrocinio y
al reparto del botín. Mientras tanto, la cavariada nacional se multiplicaba en
todos los estamentos del gobierno, generando egresos anuales de decenas de
miles de millones de soles en consultorías tan improductivas como fraudulentas.
Controlado el poder judicial, el comunismo y la corrupción nos trajeron su
brebaje venenoso y en 2021, el país cayó en manos de un partido de comunistas
delincuentes.
Toda mi vida adulta he
sentido la necesidad imperiosa de una reforma judicial. Más de seis décadas
después, estoy convencido que, mientras no se logre, el Perú nunca logrará
ingresar al primer mundo.
LA
CORRUPCION
La corrupción en el Perú es
otra verdad de Perogrullo, pero aquí tenemos cifras, gracias a Transparencia
Internacional (TI), entidad fundada en Alemania en 1993: El Perú, a enero 2023,
ocupa el puesto 105 en el Indice de Percepción de la Corrupción (IPC) a nivel
mundial, entre 180 países.
TI asignaba un puntaje que
variaba de 0 (corrupción elevada) hasta 100 (transparencia elevada) y encontró
una relación directa entre corrupción y la salud democrática global. En 2019,
la puntuación media de 180 países fue 43 y solo 27% alcanzaron 55 puntos. Perú
registró solo 36. TI reconoció cuatro categorías de gobiernos, con su puntaje
promedio: democracias plenas (70
puntos), democracias débiles (49
puntos), gobiernos híbridos con
algunos sistemas autocráticos (35 puntos) y regímenes autocráticos (30 puntos).
En su reporte en Berlín del
31 de enero de este año (IPC 2022), TI afirma que “la mayor parte del mundo
sigue sin combatir de lleno la corrupción” y que “95% de los países solo han
conseguido avances mínimos o nulos desde 2017”. TI nos dice que “existe un nexo
entre violencia y corrupción”.
En setiembre de este año,
estaba viendo un programa político sobre la corrupción en el Perú. Participaban
dos políticos entrevistados por un conocido periodista. Decepcionado por la
escasez de ideas y propuestas, me puse a escribir sobre cómo combatir la
corrupción y con mucha diplomacia, les envié mi comentario. Como es de suponer,
no hubo respuesta, pero aquí la publico, no sin antes advertir que la receta es
dura y costosa, pero es la única forma de convertirnos en un país de primer
mundo:
1. Despertar la adormitada e indiferente peruanidad. La complacencia y
poco civismo de la población la han llevado a distanciarse de la política, lo
que les induce a votar sin conocer al candidato o sus propuestas. Hemos
olvidado la admonición de Giovanni Sartori, experto en ciencia política
florentino (1924-2017) que decía “El
pesimismo es peligroso porque nos lleva o induce a la rendición; pero el mal lo
hace el optimismo o tranquilismo que conducen a no hacer nada”. Sin el
concurso de la ciudadanía no hay receta que valga.
2. Derrotar al comunismo. Pobreza e ignorancia es el caldo de cultivo
del comunismo internacional. En marzo 2019 comentaba que el comunismo y la
corrupción son un brebaje venenoso y explicaba la forma en que los gobiernos
corruptos de Fulgencio Batista y Carlos Andrés Pérez, respectivamente,
precipitaron la actual debacle de Cuba y Venezuela. Revisando el reporte de TI, los países de primer mundo tienen
ínfima corrupción, mientras que en los países pobres o gobiernos comunistas la
corrupción es rampante.
3. Conformar un frente democrático. El Perú, tan favorecido por sus
recursos naturales, no puede seguir permitiendo el acceso al poder a
aventureros e improvisados, o personas con escasa formación académica,
profesional o política. La responsabilidad de los políticos de tendencias
democráticas es enorme. La población debe apoyar a aquellos líderes que
anteponen el servicio al país y no a los que solo buscan satisfacer apetitos
personales. La labor de una prensa responsable e inteligente es fundamental. Me
quedo con las palabras de Fernando Cillóniz, responsable empresario y
experimentado político: “La atomización
de agrupaciones democráticas es contraproducente; no se conversa con la
corrupción”.
4. Elegir un gobierno democrático. Esta lista no se hace menos dura,
pero es que no vivimos en Dinamarca, Finlandia o Nueva Zelanda (TI puntajes de
90, 87 y 87 en 2022). Nuestro frente democrático debe hacer un cambio
sustancial: Debe prepararse para elaborar
un Plan de Gobierno que sea político, pero altamente profesional y sea
comunicado a la población mucho antes del próximo proceso electoral. El
Perú necesita varias reformas: Judicial, Educativa, Salud, Política. Tenemos
que solucionar nuestra alta informalidad y el incontenible avance de la
criminalidad. La Regionalización ya completó dos décadas de haber fracasado; la
mayoría de gobernadores y sus altos funcionarios tienen prontuario policial. La
corrupción se agiganta con nuestros innumerables Ministerios. Para tener el
honor de ser congresista no se requiere carro ni chofer y menos rodearse de
tanta burocracia; solo se debe ser honrado y saber legislar. Sin un gobierno
demócrata, nunca se podrá doblegar la corrupción.
5. Fomentar el crecimiento de la minería nacional. El Perú es un país
minero y sus empresas han alcanzado importantes avances tecnológicos. La
minería aporta 13-15% del PBI nacional y, a marzo 2023, 61% del total de las
exportaciones fueron mineras. Sin embargo, los conflictos sociales promovidos
por los enemigos del progreso son un freno para el desarrollo en general y para
inversiones en salud, educación, infraestructura e investigación científica,
proyectadas por muchas empresas mineras y que serían una forma segura de
detener la corrupción.
6. Erradicación del narcotráfico. Doblegado el comunismo y conformada
una administración democrática dedicada a servir a la población dentro del
imperio de la ley y la constitución, no sería tan complicado luchar contra el
narcotráfico, dotando a nuestras fuerzas armadas y policiales de equipamiento
avanzado y una definitiva protección legal para poder cumplir con su deber
constitucional. La pobreza, la corrupción, el comunismo y el narcotráfico son
“los cuatro jinetes del apocalipsis regional” que deben ser aniquilados con las
acciones descritas.
7. La cultura del civismo y la educación familiar. En tiempos
pretéritos, la educación cívica era parte esencial del currículo escolar. Soy
un convencido que los cambios generacionales actuales tienen mucho que ver con
la ausencia de aquella asignatura. La educación cívica está dirigida a
fortalecer la convivencia social entre las personas, ayudándoles a ser
solidarios y cooperativos con los demás. Se trata de la enseñanza de las reglas
del ordenamiento. De este modo se adquiere la capacidad de interpretar
información política y desarrollar un análisis crítico de la democracia y del
papel de los ciudadanos. Por otro lado, Ricardo Puerta, sociólogo e
investigador hondureño, sostiene que la corrupción es inherente a la naturaleza
humana y que, además de crear sociedades democráticas, es necesario que se
practique conductas culturales modernas, tales como descartar hábitos
retrógrados y no vivir por encima o debajo de la ley; tiene, además, que ser
trasmitida de padres a hijos.
8. Prevenir la desnutrición materno-fetal. Las acciones contra la
corrupción hasta aquí presentadas pueden necesitar uno o más gobiernos
democráticos para concretarlos o siquiera para avanzarlos en forma segura. Sin
embargo, hay problemas que requieren cambios generacionales, como el que ahora
presentamos.
Cada día nacen niños
peruanos con defectos genéticos y cerebrales irreversibles producidos por la
desnutrición materna. El problema es de larga data y nadie se ha ocupado de
prevenirlo. El país no se arregla de la noche a la mañana. La solución de este
problema requiere una a dos generaciones y es complicado y costoso, pero muy
realizable.
Mientras llevamos a cabo las
acciones descritas, es imprescindible proteger la producción de nuevos
ciudadanos. Hay que romper el círculo vicioso, del que ni siquiera conocemos su
existencia. El tema lo explico al final de Estas Hojas.
REGIONALIZACION
A 2023, no me cabe duda que
la improvisada, imprudente e irresponsable descentralización decretada por
Toledo en 2001 ha sido un rotundo fracaso. La desorganización que experimentó
entonces el país, dio origen a gobiernos regionales que se dedicaron a
enriquecerse, organizando mafias sedientas de poder y dedicadas a una actividad
claramente delincuencial.
Los estudios sobre la
organización territorial del Perú han sido muy bien presentados por el profesor
Beraún Chaca en 2021. El refiere como en 1850 el Perú tenía 11 departamentos,
64 provincias y 618 distritos y ahora presenta 24 departamentos, 196 provincias
y 1890 distritos. Además, nos alerta que 75% de las circunscripciones
político-administrativas no están delimitadas legalmente sino solamente por
referencias históricas.
¿Cómo es pues, posible, que
alguien pretenda hablar de regionalización simplemente cambiando el nombre de
los Departamentos por Regiones? Este tema ha dado a luz a las conocidas y
fraudulentas consultorías, incluyendo aquellas que pregonan el progreso de
todos y todas los peruanos y peruanas.
El Perú tiene una población
de 33 miilones y Estados Unidos 330 millones (10 veces más); su superficie en
kilómetros cuadrados es de 1.3 millones, comparados con los 9.8 millones de Estados
Unidos (7.5 veces más). Sin embargo, Perú tiene 25 Departamentos, incluyendo a
Lima, mientras que Estados Unidos se divide en 50 Estados. Estas cifras
concluyen que nosotros tenemos demasiados Departamentos y por supuesto,
provincias y distritos.
El párrafo precedente es
típico del Perú. Nos complicamos discurriendo por las ramas sin prestar la
debida atención al tronco. Si alguien propusiera plebiscitos preliminares, creo
que lo prudente sería posponer discusiones sobre la regionalización hasta una
próxima generación, cuando una tan esperada reforma educacional hubiese
mejorado la calidad de la consulta.
En mayo 2023, el CEEEP
(Centro de Estudios Estratégicos del Ejército Peruano) nos recuerda el modelo geopolítico como base para una
regionalización y nos explica su fracaso por factores políticos, económicos y
sociales, renovando la importancia de que uno o más departamentos se integren a
una Región.
Revisando el mapa geopolítico
del Perú actual, partiendo del sur al norte y mirando de oeste a este,
personalmente, encuentro 9 regiones a considerar:
1.
Tacna, Moquegua, Puno, Madre de Dios.
2.
Arequipa, Cusco.
3.
Ica, Huancavelica, Ayacucho, Apurímac.
4.
Lima-Callao.
5.
Ancash, Huánuco, Pasco, Junín, Ucayali.
6.
La Libertad, San Martín.
7.
Lambayeque, Cajamarca, Amazonas.
8.
Piura, Tumbes.
9.
Loreto.
Un plebiscito o referéndum
aquí y ahora estaría condenado al fracaso, a menos que antes se hagan
propuestas y estudios inteligentes. Proyectos como el tren de la costa con
múltiples conexiones transversales a la sierra y la selva tardarían muchos años
en concretarse, pero ya deberían comenzar a aparecer. Sin embargo, el concepto
de hermandad regional es algo que
debe desarrollarse, tal vez bajo los acordes de ese “otro himno nacional”
compuesto por el genial Augusto Polo Campos en 1978 y entonado por Arturo
“Zambo” Cavero y Oscar Avilés: Unidos la
Costa, la Sierra y la Selva, Contigo Perú. Antes de proponer una nueva
Regionalización, es necesario despertar la peruanidad y que líderes
inteligentes y persuasivos se encarguen de difundirla en todos sus 1.3 millones
de kilómetros cuadrados.
Y hablando de ese tipo de
líderes, me viene a la memoria el ejemplo de Fernando Cillóniz (Gobernador de
Ica, 2015-2018), quien hace años viene proponiendo la Hermandad del Agua entre
la Costa y la Sierra. En su característico lenguaje claro y preciso, nos
explica varios ejemplos en los que la costa se ha beneficiado de las lagunas y
reservorios serranos, por lo que se pregunta “¿Por qué no retribuir a la sierra
con el 50% de los millonarios aportes tributarios para que la costa tenga
agua?” Esta especie de Canon Minero, se denominaría Canon Hídrico. Cillóniz describe
numerosos ejemplos a considerar:
1.
Piura y Lambayeque reciben las aguas del río
Huancabamba, de la sierra de Piura y que son el origen del proyecto
hidro-energético de Olmos.
2.
Chavimochic, de la Libertad, que trae las
aguas del río Santa de Ancash.
3.
Lima, que recibe aguas de Junín y Pasco.
4.
Laguna de Chococlocha de Huancavelica, origen
de los ríos Pampa e Ica.
5.
Majes-Sihuas para Arequipa y la región sur.
Es indudable que un fuerte e
ininterrumpido apoyo a la minería facilitaría la regionalización tan necesaria
para el Perú moderno. El desarrollo al interior del país abriría muchos caminos
para la tan ansiada integración de esa gran región que es Loreto.
Finalmente, si con el paso
de los años se aceptara una nueva Regionalización, no sería aconsejable tratar
de cambiar los nombres departamentales. La historia lo hará después, cuando los
peruanos recuerden…que somos hermanos…
LA
EDUCACION
La educación nacional
pública es de muy baja calidad, especialmente en educación inicial, primaria y
secundaria. Desde luego, hay escasas excepciones. La educación técnica y universitaria es
generalmente deficiente. La reforma educativa, como la judicial, es imposible
llevarla a cabo en la presente situación socio-económica.
La infiltración comunista en
la inmensa masa de maestros mal preparados, que exigen estabilidad laboral y
aumentos salariales sin someterse a una evaluación de sus capacidades
profesionales, va a requerir duras correcciones a través de toda una
generación.
Mientras tanto,
continuaremos viendo miríadas de escritos, incluyendo inútiles comunicaciones
nacionales e internacionales -la gran mayoría ideologizadas- y las estériles
consultorías, seminarios, contribuciones de “expertos” y de los improvisados de
siempre.
Lo fundamental es rescatar
la importancia, dignidad y el insustituible rol de un verdadero profesional de
la Pedagogía. La institución de la Educación en el Perú está gravemente enferma
desde hace décadas. En el país, así como en la China y la “Cochinchina” (me
refiero al dicho, no a Quinan, el tercio sur de Vietnam), las personas hacen la
institución. Nuevamente, debo precisar que felizmente tenemos notables
excepciones a la pobreza intelectual que tienen capturada la pedagogía peruana.
Me precio de ser amigo de uno de ellos, el maestro Grover Pango Vildoso,
tacneño de nacimiento, educado en la Universidad Enrique Guzmán y Valle, ex
ministro de Educación e integrante del Consejo Nacional de Educación desde 2002
hasta la fecha. Su contribución profesional es invalorable, pero su voz
requiere ser atendida por la inteligencia, el desprendimiento e hidalguía de un
gobierno democrático que aproveche todo lo que él puede ofrecer.
La educación universitaria
deja mucho que desear. La ley 23733 dada por Belaúnde en 1983, otorgó a las
universidades autonomía académica, económica y administrativa. Ella fue seguida
por la ley 26439 dada por Fujimori en 1995, facilitando la inversión privada en
educación. El resultado ha sido desastroso, debido a la disfuncional
proliferación de empresas universitarias dedicadas al lucro y a la emisión de
certificados sin valor académico, todo en medio de una nebulosa de corrupción e
impunidad.
Como resultado de estas
decisiones políticas e improvisadas, sin el sustento científico tan necesario
para realmente salir del subdesarrollo, de los 100 centros universitarios que
funcionaban en 2013, hoy tenemos 143, 37 públicos y 92 privados. Lo que esta
política ha traído es ignorar la cultura del examen, especialmente en la
obtención de pre y posgrados, con la promoción de tesis de bachiller,
graduación y hasta maestrías y doctorados profesionales, lo cual es claramente
aplicado en el mercado laboral. El colmo ha sido la reciente publicación de
RENATI (Registro Nacional de Trabajos de Investigación), donde aparece una
universidad privada –fundada el 12 de noviembre de 1991- con 84,276 tesis publicadas en 30 años,
escandalosamente comparadas con las 14,461 registradas por la Universidad de
San Marcos en 471 años. El responsable de este delito es hoy gobernador de La
Libertad. Mantiene una legión de abogados.
Es más que evidente que
nuestra “reforma universitaria” se ampara en un deficiente sistema de
acreditación y la ausencia de indicadores de solvencia profesional de los
egresados. Al otorgar diplomas a “nombre de la nación”, nuestros centros
educativos superiores actúan como juez y parte.
En 2014 se creó Sunedu. La
ley 30220, aprobada por el congreso Humalista, tuvo una ajustada votación (56 a
favor, 45 en contra y 3 abstenciones) y tardó 2 años en ser reglamentada. La
pomposamente bautizada como Superintendencia Nacional de Educación Superior
Universitaria fue compuesta por solo nueve integrantes, siete para el consejo
directivo, uno del Ministerio de Educación y otro del Concytec (Consejo
Nacional de Innovación Tecnológica). A fines del 2016 inició sus labores. A
mayo 2022 había evaluado 143 universidades, habiendo acreditado a 92, 47
públicas y 48 privadas; 46 restantes no acreditaron, de las cuales 44 eran
privadas. Si bien no es conocida la metodología empleada ni la calidad de los acreditadores,
aparentes favoritismos políticos y corruptelas originaron recientemente cambios
de timón por el Congreso.
Es imposible que una sola
institución asuma la responsabilidad de acreditar, no solo más de 100
universidades, sino los centenares de sus programas académicos o Facultades.
Basta considerar que en el Perú funcionan 59 escuelas de medicina y los
intentos de acreditarlas ha sido hasta ahora un rotundo fracaso.
La educación privada en el
Perú es un negociado sin control. En la gran mayoría de los casos, esta
enseñanza es de regular calidad, pero ciertamente inferior a sus pares
internacionales, aunque sus precios sean bastante similares. Aquellos mejores y
más responsables estudiantes en la educación secundaria, emigran para estudiar
posgrados, con frecuencia sin boleto de regreso. En cuanto al excesivo número
de universidades privadas, la tan obligatoria necesidad de profesores
itinerantes ha resultado en una mediocridad espantosa.
LA
SALUD
La salud en el Perú depende de
una serie de profesiones (Medicina, Odontología, Enfermería, Psicología,
Farmacología, Ingeniería Sanitaria, Tecnologías Médicas) e instituciones (Agua
y Saneamiento, Ministerios, Gremios).
La reforma de la salud es un
viejo anhelo ciudadano, pero como las de justicia y educación, es casi
imposible realizarlas en el Perú actual, improvisado, informal, irresponsable.
La reforma de la salud supone un proceso complejo, largo y costoso. El problema
principal es el arcaico sistema bajo el cual funciona. Los administradores de
la salud, permanecen enquistados en un ministerio corrupto e ineficaz, sujeto
irremediablemente a los vaivenes de la política. La reciente pandemia del 2020,
aparte de su criminal manejo, desnudó severas deficiencias en el sistema de
salud, lo cual habíamos venido denunciando desde 2005 con la publicación de
indicadores de salud, actualizados anualmente.
La complejidad de la reforma
obliga a abordarla por partes y dentro de éstas, nada más apropiado que
reformar la Educación Médica, lo
cual hicieron los norteamericanos hace más de un siglo, cuando funcionaba un
excesivo número de escuelas, 131 en Estados Unidos y 24 en Canadá.
El
Informe Flexner de 1910. El departamento de educación médica de
la AMA (American Medical Association) encontró alarmantes deficiencias en la
atención médica y decidió evaluar sus escuelas médicas. En 1902, Andrew
Carnegie creó su Fundación para el Progreso de la Educación. La AMA solicitó el
apoyo de Carnegie, y éste contrató a un pedagogo entrenado en Johns Hopkins,
Harvard, Oxford, Cambridge y Heidelberg. Abraham Flexner llevó a cabo una
exhaustiva revisión de las 155 escuelas en Norteamérica y su reporte de 346
páginas se publicó en Nueva York en 1910.
En dicho reporte se decía lo
siguiente: “En los últimos 25 años ha
ocurrido una sobre-producción de practicantes médicos mal educados y pobremente
entrenados, sin tener en cuenta la salud o los intereses del público; esta
sobre-producción es debido a la existencia de un gran número de escuelas
comerciales, sostenidos en muchos casos por métodos propagandísticos, en los
que una gran masa de jóvenes son rescatados de ocupaciones industriales para
estudiar medicina”. 25 años después, más de la mitad de las escuelas
médicas cerraron o se anexaron a otras. Para 1943, solo 60 escuelas
funcionaban. Fue entonces que en 1947 se creó el LCME (Liaison Committee of
Medical Education o Comité de Enlace en Educación Médica) para realizar una
Acreditación Externa de las escuelas médicas cada cierto tiempo, que usualmente
es cada 8 años. El LCME tiene 19 miembros, 14 del LCME, 2 estudiantes elegidos
anualmente, 2 ciudadanos elegidos cada tres años y un Director. Este exitoso
sistema continúa en la actualidad, tanto en Estados Unidos como en Canadá.
Otra importante institución
nació en los Estados Unidos en 1915, El
NBME o National Board of Medical Education (Directorio Nacional de
Examinadores Médicos), con la finalidad de proteger la salud de la población,
ofreciendo desarrollar exámenes profesionales para evaluar médicos en forma
voluntaria. Se pensó que dicho examen podría reemplazar a los que los
diferentes Estados llevaban a cabo en esa época luego del Reporte Flexner. Los
Estados aceptaron progresivamente el examen propuesto y para 1943, 45 de los 48
Estados lo habían aprobado para obtener la licenciatura médica. En 1992 se creó el USMLE o United States Medical Licensure Examination (Examen para
Licenciatura Médica en los Estados Unidos) y 49 de los 50 Estados lo aceptaron.
El exigente examen otorga
licencia solo a los graduados con un puntaje igual o superior a 75/100. En
1973, los extranjeros tomábamos un examen de tres días, de 9-12 y 1-4. En la
actualidad, tanto los norteamericanos como los extranjeros toman el USMLE en 3
pasos o steps; para los pasos 1 y 2, los norteamericanos se registran con el
NBME, mientras que los extranjeros se registran con el ECFMG o Educational
Council for Foreign Medical Graduates (Consejo Educativo para Médicos Graduados
Extranjeros).
Antes de 1992, el ECFMG se
tomaba en cada país extranjero. En el Perú se tomaba la exigente prueba todo un
día en el ICPNA. Volviendo al USMLE, el paso 3 se toma con el FSMB o Federal
State Medical Board.
Reforma
de la educación médica en el Perú. La atención a la salud es
mediocre, según encuestas poblacionales. Nada mejor que los congresos médicos
nacionales e internacionales, para apreciar el constante incremento de nuestra
brecha científica con países del primer mundo.
Ahora estamos viviendo lo
descrito en NA hace más de un siglo. Hemos tenido una irresponsable
proliferación de escuelas médicas, cuyo escandaloso número ha llegado a 59.
En 2014, 210 escuelas
médicas europeas mantenía una relación de 1 escuela por cada 2.1 millones de
población. Esta relación ha sido después validada por la OCDE (Organización
para la Cooperación y Desarrollo Económicos). Para nuestros 34 millones de
habitantes, deberíamos tener solo 17 escuelas.
De las 7 facultades de
medicina en 1970 (población de 13 millones), pasamos a 11 en 1985 (población de
20 millones). En la sección Educación (página 12) ya nos referimos a las improvisadas
leyes de Belaúnde (1983) y Fujimori (1995), que son claramente el origen de
nuestra sobre-producción de practicantes
médicos mal educados y pobremente entrenados por escuelas comerciales. Esto
ya lleva tres décadas y como no tenemos un Flexner peruano, el número de
escuelas sigue en aumento, ahora hasta con sucursales. En cuanto a la docencia,
el Perú ha tenido que experimentar una multiplicación bíblica de profesores de
medicina. Como esto es materialmente imposible, la calidad de la enseñanza
tiene que haber disminuido en la gran mayoría de las escuelas.
Propuesta
Nº 1: Instituto de Acreditación Externa de Escuelas Médicas.
Basado en el LCME
norteamericano, pero con Estándares aplicables al Perú, teniendo como modelos
San Marcos, Cayetano y UPC. Sistema de acreditación, independiente de las
escuelas y del Estado, compuesto por pedagogos y administradores médicos,
especialistas en resultados basados en evidencias e informática, y contratados
con el apoyo de prestigiosas fundaciones internacionales. Este organismo tendrá
funciones fiscalizadoras y de control de calidad y debería ser reconocido y
apoyado por el ministerio de Educación, la Asociación de Facultades de Medicina
y el Colegio Médico, pero como se dijo debe permanecer absolutamente independiente.
Las escuelas acreditadas, serán evaluadas cada 8 años.
Con respecto a la licencia
para practicar la medicina en el Perú, el registro en el Colegio Médico es el
único requisito. Advertidos de la evidente insuficiencia del sistema, desde
2003, la Asociación de Facultades de Medicina comenzó a administrar un “examen
nacional de graduación” cuyos resultados se mantenían en reserva, hasta que en
2008 se descubrió que las notas de 23 escuelas registraron un promedio global
de 12.35 (61.78 sobre 100). Recordemos que en NA la nota aprobatoria para
licenciatura es 75/100.
En 2016 el Ministerio de
Salud creó una “Comisión Ministerial sobre Educación Médica” y su reporte se
presentó en una reunión de la OPS/OMS (Organización Panamericana de Salud /
Organización Mundial de Salud) en Lima. En esa reunión se transparentó lo
siguiente:
1.
Los exámenes de graduación de unas 25
escuelas en los últimos 5 años registraron un promedio general de 10.868 sobre
20 (54.3/100).
2.
“Las escuelas médicas presentan pocos
indicadores de calidad y algunas funcionan irregularmente”.
3.
“Es alarmante la baja competencia de los
egresados ante las evaluaciones nacionales. Las autoridades no verifican
estándares de calidad en la formación médica”.
Es obvio que andamos más de
100 años atrasados en materia de licenciatura médica.
Propuesta
Nº 2: Instituto de Licenciatura Médica.
Claramente necesitamos otra
entidad independiente con el fin de otorgar una Licencia para la práctica de la
medicina en el Perú. Los graduados de las escuelas acreditadas tomarán un
Examen Nacional de Licenciatura Médica, administrado por un Directorio Nacional
de Examinadores Médicos, conformado por eminentes líderes en medicina,
especialistas en informática y delegados del Ministerio de Salud, Congreso de
la República y Colegio Médico. Este examen sería obligatorio para las últimas
diez promociones y opcional pero encarecida para el resto de los médicos.
Reformada
la Educación Médica, tendríamos recién una “cabecera de playa” para proseguir
la conquista progresiva de un mucho mejor sistema de salud para la población.
Agua y Saneamiento y una esmerada atención al primer nivel de salud serían
importantes pasos a seguir. Una propuesta personal de Reforma de la Salud está
en www.jorgeuceda.org
LA
IMPORTANCIA DE LA UNIDAD DEMOCRATICA
Para agosto 2023, ya hay 24
“partidos” inscritos en el Jurado Nacional de Elecciones y otros 4 están en
proceso de inscripción, que requiere 25,888 firmas (0.1% de los 25’287,954 de electores
hábiles). Se espera que ya no hayan contado los fallecidos.
Revisando esta increíble
lista, encuentro 6 de derecha (Avanza País, Fuerza Popular, Libertad Popular,
Partido Aprista Peruano, Partido Patriótico del Perú y Renovación Popular; el
penúltimo de los nombrados es presidido por un joven oficial de Marina retirado
y con buen CV. Acción Popular no pasará de 3% y Alianza para el Progreso tendrá
que aliarse a Perú Libre para conseguir unos pocos congresistas. Hay cinco
agrupaciones izquierdistas que, con el resto de la lista, exhiben un caparazón
acústico más grande que la que tuvo Miraflores en épocas pasadas. Toda esta
anormalidad urge reformarse.
Roberto Chiabra no figura
inscrito pero parece creer que postulando sólo, tendrá alguna chance. Dentro del
grupo de derecha, Rafael Belaúnde Llosa (Libertad Popular) parece por ahora
como la mejor opción, si bien Fernando Cillóniz o Fernán Altuve aún no aparecen
candidateando.
Es de esperar que Fuerza
Popular se inhiba de presentar candidato presidencial esta vez y solo trate de
ganar curules.
El país no puede caer en manos
de los improvisados de siempre, los populistas mentirosos, todos ellos
envueltos en una incontrolable corrupción. Desgraciadamente, nuestros 25
millones de “votantes hábiles” incluye a una enorme masa con escasa cultura cívica
e insolente irresponsabilidad, la cual solo desaparecerá en una o dos
generaciones. El otro binomio de nuestro fracaso electoral ha sido la torpeza
sideral de las candidaturas democráticas. No solo no se prepararon para
gobernar, estudiando en equipo los problemas y sus soluciones, sino que ellos mismos
se dividieron los votos demócratas, dejando el poder en manos de los siete
impresentables que hemos tenido en algo más de una década.
Al momento de escribir este
segmento, me pongo a pensar si podremos producir un líder como Javier Milei en
el Perú. No nos queda otra que buscar la aparición de figuras que nos enseñen
el camino. Otro ejemplo sería un Abraham Flexner peruano, para acreditar
nuestras escuelas médicas. El Perú necesita ese alguien diferente, inteligente,
honesto, que sepa hablar a la gente, experimentado, que arme un equipo político
de expertos en las distintas disciplinas, preparando su programa seis meses
antes de la elección y presentándolo a la población en bien organizados debates
electorales. Hay que apoyar al que antepone el servicio al país y no al que
busca satisfacer sus expectativas personales.
LA
DESNUTRICION DE NUESTRAS MADRES GESTANTES
La desnutrición de la madre
gestante, no solo afecta el crecimiento del feto sino lo condena a
irreversibles defectos genéticos y un permanente sub-desarrollo encefálico. En
otras palabras, en el Perú, una madre gestante desnutrida produce taras
incurables en los genes y el cerebro del hijo que va a procrear.
Información reciente de
connotados científicos que han estudiado la Malnutrición Materno-Fetal en
países sub-desarrollados, ha demostrado claramente cómo evitar esta tragedia.
Con el aporte de dos profesores de la Universidad Cayetano Heredia, publicamos “Malnutrición Materno-Fetal: Revisión de la
bibliografía internacional y la urgencia de estudios, prevención e intervención
en el Perú” en junio 2021. Constatamos la inexistencia de publicaciones
nacionales en el tema.
¿Por qué culmino mis Hojas Sueltas con este tema? Porque considero
que su conocimiento y prevención es la solución a los problemas expuestos a
esta altura de mi vida. El Perú es un país bendito con riquezas que no se
encuentran en otras latitudes, pero sus habitantes dependen de grupos
variopintos de gobernantes incapaces de mirar al futuro. Los habitantes viven
contentos o tristes con el presente que les tocó, mientras los gobernantes
disfrutan de su efímero poder, llenando sus cuentas bancarias al final. A pocos
les importa la desigualdad y menos a los comunistas que es eso precisamente lo
que buscan, mientras la mayoría insensata vive su deja vu.
Yo nunca he sido comunista,
pero soy sensible a la desigualdad. Hace años que estoy convencido que la
anemia no es el problema principal de los pobres. Yo pregunto: ¿Alguien ha
pensado cuándo se origina el poder económico, la ausencia de corrupción y la felicidad
ciudadana de los países del primer mundo? ¿Por qué no sufren de una mala
educación, pobre salud, corrupción y arcaica justicia? ¿Es que sus
instituciones vienen por generación espontánea o son los ciudadanos los que las
gestan con su dedicación y esfuerzo? Con todo respeto, la respuesta es otra
verdad de Perogrullo. Se origina en el nacimiento del ser humano,
específicamente, en el momento de la creación. Siempre y cuando la madre
gestante sea bien nutrida y cuidada con esmero.
Desde luego que el tratamiento
de la pobreza, que ahora sufre el 30% de los peruanos, no puede esperar. Se
requiere un cambio de gobierno, aumento de la inversión privada y de puestos de
trabajo, que los buenos peruanos accedan y mantengan el poder. Pero también hay
que entender que mientras esto ocurra, hay que romper un círculo vicioso: Hace décadas que cada día, en el silencio
de lo que no es noticia, nacen niños peruanos con defectos genéticos y
neurológicos. Los ocasionales censos poblacionales nos ocultan la verdad. Mientras
haya pobreza, la desnutrición de la madre gestante es un problema que hay que
prevenir, no esperar a que el niño muera intra-útero o nazca prematuro y muera
después, o sea pequeño, débil y enfermizo, que no pueda educarse porque su
cerebro no funciona o porque los maestros tienen por función lavarles lo poco
que les queda. Tampoco hay que esperar que el niño sea anémico y entonces
brillantes mentes inventen chocolates fabricados con sangre bovina. Esto es la
típica medicina sintomática que tenemos y no la medicina preventiva que está en
pañales.
Lo que hay que hacer es
prevenir la desnutrición materno-fetal y esto requiere una cruzada nacional que
debe durar una o dos generaciones y, por lo tanto, debe ser independiente de
los gobiernos de turno, financiada con presupuestos libres de corrupción y
auditados anualmente. Aquí es donde podrían intervenir empresas privadas,
nacionales e internacionales.
Hemos presentado una
propuesta en diciembre 2022. Creemos que la cruzada mencionada debe iniciarse
con un proyecto piloto en cuatro o cinco distritos de Lima metropolitana,
manejado por la Municipalidad por un período de 1-2 años. La metodología es
absolutamente realizable. El ordenamiento legal para el nacimiento de una
institución independiente puede ser solucionado por el Congreso durante la
vigencia del proyecto piloto. Desde luego, nuestros esfuerzos de este 2023, aún
no han recibido respuesta. Aquellos
nacimientos seguirán ocurriendo.
El nacimiento de nuestros futuros
ciudadanos sin los nocivos efectos de la malnutrición materno-fetal rompería el
círculo vicioso de la pobreza y tendríamos nuevas generaciones que participarán
activamente en el desarrollo del país. A los incrédulos, cito a Pericles: “Si Atenas te parece grande, considera
entonces que sus glorias fueron alcanzadas por hombres valientes y por hombres
que aprendieron sus deberes”. Si bien estamos algo lejos de alcanzar esta
inmortal admonición, me pongo a pensar en lo que siempre aconsejo a cuanto
joven me quiera escuchar: “Nunca pienses
contentarte con poco. Atrévete a fijarte vallas altas en la vida. Te
sorprenderás gratamente cuando te corone el éxito”.
Jorge
E. Uceda del Campo
Miraflores
8 diciembre 2023
Nota:
En momentos que publico estas Hojas Sueltas entre mi familia y mis amigos, los
caviares han capturado la Fiscalía de la Nación y ahora apuntan hacia el
Congreso. En el Día de la Virgencita del Morro, Ella velará por los que no
nacieron favorecidos.