Y
así, seis décadas más tarde, tenemos el presidente que nos merecemos...y un
"primer ministro dialogante". Y una vergonzosa bancada congresal con
un presidente elegido con los votos de
representantes del partido popular cristiano, alianza por el gran cambio,
acción popular, perú posible y
solidaridad nacional, traidores de la voluntad popular que los eligió para
fiscalizar a los improvisados y corruptos y no para mendigar puestos en la mesa
directiva y comisiones. Todos fueron testigos de un discurso paporretero y
demagogo. ¡Qué fácil es hablar de cifras sin tener que presentar las pruebas!
Al escuchar infinidad de cifras, unos aplaudían y los vecinos los imitaban.
Así, el lector llegó a la parte donde
anuncia, muy suelto de huesos, que "todos los peruanos recibirán
tratamiento gratis contra el cáncer". Nadie supo de donde iba a salir el
dinero, pero había que aplaudir, no más. Al menos no prometió que el
tratamiento iba a ser de calidad. Pero no contento con eso, se mandó a decir
que se realizarán trasplantes de médula ósea para adultos y hasta para niños.
¿Sabe alguien que el valor de estos procedimientos cuestan alrededor de 100,000
dólares cada uno? Lo que importaba era seguir ocultando la falta de un plan de
salud coherente. No basta con ofrecer mejores sueldos fuera de la capital. La
reforma de la salud es mucho más compleja y sigue sin formularse.
Mucho
se habla de los programas sociales y la inclusión, pero más importante que el
asistencialismo es cuidar la economía para impedir que frene su crecimiento,
que es lo que desea esa lacra de extremistas que continúan sus actividades
delictivas con total impunidad. Nada dijo el lector sobre este tema. Nada dijo
sobre el problema con el proyecto minero más importante que tenemos pero que
anda meses parado, a pesar que la mayoría del pueblo de Cajamarca se pronunció
a favor. El oro de Cajamarca pertenece a todo el país, pero una camarilla de
indeseables se ha dado el lujo de poner en jaque al mismo gobierno.
Fue,
pues, indignante escuchar y leer a periodistas más o menos respetables, estar
de acuerdo con que su presidente no habló de Conga. ¿A qué profundidades ha
caído el país? ¿De qué estamos hechos los peruanos? Esto hubiera ocasionado una
tremenda crisis política y social en ciudadanos de países como Estados Unidos,
Inglaterra, Chile (la lista es larga), donde reina el civismo y campea el
orgullo nacional.
No importa que más
dijo Humala en el Congreso. El análisis general ha sido variopinto, para todos
los gustos. Es como si la selección chilena nos hubiera goleado una vez más.
Total, ya los peruanitos estamos acostumbrados. ¡Cuánto me hubiera gustado tu
opinión, Andrés Bedoya Ugarteche! Muchos de tus lectores no se han repuesto de
tu pérdida.