domingo, 29 de julio de 2012

Lectura de Ollanta Humala ante el Congreso el 28 de Julio del 2012

Durante dos horas, algunos peruanos escuchamos al presidente su discurso por fiestas patrias. Muchos encendieron sus televisores para ver qué pasaba en la copa movistar mientras otros preferían deleitarse con los logros de los mejores deportistas del planeta en la ciudad de Londres. ¡Pobre Perú! ¡Qué diferencia con la intervención de Fernando Belaunde Terry de 1963, cuyo discurso fue una joya oratoria sin papel que leer, tan solo con la exhibición de un profundo conocimiento del Perú!

Y así, seis décadas más tarde, tenemos el presidente que nos merecemos...y un "primer ministro dialogante". Y una vergonzosa bancada congresal con un presidente elegido con los votos de  representantes del partido popular cristiano, alianza por el gran cambio, acción popular, perú posible  y solidaridad nacional, traidores de la voluntad popular que los eligió para fiscalizar a los improvisados y corruptos y no para mendigar puestos en la mesa directiva y comisiones. Todos fueron testigos de un discurso paporretero y demagogo. ¡Qué fácil es hablar de cifras sin tener que presentar las pruebas! Al escuchar infinidad de cifras, unos aplaudían y los vecinos los imitaban. Así, el lector llegó a  la parte donde anuncia, muy suelto de huesos, que "todos los peruanos recibirán tratamiento gratis contra el cáncer". Nadie supo de donde iba a salir el dinero, pero había que aplaudir, no más. Al menos no prometió que el tratamiento iba a ser de calidad. Pero no contento con eso, se mandó a decir que se realizarán trasplantes de médula ósea para adultos y hasta para niños. ¿Sabe alguien que el valor de estos procedimientos cuestan alrededor de 100,000 dólares cada uno? Lo que importaba era seguir ocultando la falta de un plan de salud coherente. No basta con ofrecer mejores sueldos fuera de la capital. La reforma de la salud es mucho más compleja y sigue sin formularse.
Mucho se habla de los programas sociales y la inclusión, pero más importante que el asistencialismo es cuidar la economía para impedir que frene su crecimiento, que es lo que desea esa lacra de extremistas que continúan sus actividades delictivas con total impunidad. Nada dijo el lector sobre este tema. Nada dijo sobre el problema con el proyecto minero más importante que tenemos pero que anda meses parado, a pesar que la mayoría del pueblo de Cajamarca se pronunció a favor. El oro de Cajamarca pertenece a todo el país, pero una camarilla de indeseables se ha dado el lujo de poner en jaque al mismo gobierno.
Fue, pues, indignante escuchar y leer a periodistas más o menos respetables, estar de acuerdo con que su presidente no habló de Conga. ¿A qué profundidades ha caído el país? ¿De qué estamos hechos los peruanos? Esto hubiera ocasionado una tremenda crisis política y social en ciudadanos de países como Estados Unidos, Inglaterra, Chile (la lista es larga), donde reina el civismo y campea el orgullo nacional.
No importa que más dijo Humala en el Congreso. El análisis general ha sido variopinto, para todos los gustos. Es como si la selección chilena nos hubiera goleado una vez más. Total, ya los peruanitos estamos acostumbrados. ¡Cuánto me hubiera gustado tu opinión, Andrés Bedoya Ugarteche! Muchos de tus lectores no se han repuesto de tu pérdida.