martes, 9 de abril de 2013

PARA REFORMAR LA SALUD EMPECEMOS POR LA EDUCACIÓN MÉDICA - APUNTES HISTÓRICOS DEL MODELO AMERICANO


PARA REFORMAR LA SALUD EMPECEMOS POR LA EDUCACIÓN MÉDICA

APUNTES HISTÓRICOS DEL MODELO AMERICANO

Durante las últimas décadas del siglo XIX, el progreso médico y científico de Alemania fue el resultado de importantes reformas en la enseñanza de la medicina. Uno de los países que trató de imitar su modelo fue Estados Unidos, cuya educación médica era deficiente. En 1876 se fundó la Universidad Johns Hopkins en Baltimore, siguiendo el modelo alemán y pronto alcanzó un sólido prestigio.

En 1904 la Asociación Médica Americana (AMA), cuya equivalencia en el Perú es hoy el Colegio Médico Peruano (CMP), asumió la responsabilidad de reformar la educación médica. Así, en 1908, la AMA solicitó a la Fundación Carnegie para el Avance de la Educación la evaluación crítica de las 155 escuelas médicas que funcionaban en Estados Unidos y Canadá. El presidente de la Fundación, Henry Pritchett, acababa de leer un libro titulado "The American College: A Criticism" y contrató a su autor, Abraham Flexner, para llevar a cabo el estudio requerido.

Descendiente de inmigrantes judíos alemanes, Abraham Flexner nació en 1866 en Louisville, Kentucky. A sus 17 años, ingresó al Johns Hopkins, graduándose dos años después en artes y humanidades. Al regresar a Kentucky, ejerció con marcado éxito la docencia en escuelas preparatorias para el ingreso a la universidad. En 1905 se trasladó a Harvard para profundizar sus conocimientos pedagógicos. Un año más tarde viajó a Europa, estudiando en Oxford y Cambridge, para finalmente ingresar a la Universidad de Heidelberg, donde escribió el libro que atacaba frontalmente la enseñanza superior americana, conceptos que también profesaba Henry Pritchett.

Flexner pensó que Pritchett lo había confundido con su hermano Simon, un conocido virólogo que dirigía el Instituto Rockefeller para la Investigación Médica. Pritchett le replicó que conocía bien a su hermano, pero él no requería de los servicios de un profesional de la medicina, sino de un educador. Así se desarrolló el estándar de practicar una evaluación educacional a través de los ojos de un legítimo outsider (léase independiente, que observa un grupo desde fuera). Los procesos de acreditación de escuelas médicas mal pueden ser llevados a cabo por los mismos  interesados.

Flexner llevó a cabo lo que hoy conocemos como la acreditación de las escuelas médicas mencionadas y su famoso Reporte de 386 páginas fue publicado en Nueva York en 1910. El siguiente párrafo escrito entonces parece describir lo que ocurre en nuestro Perú del siglo XXI: "En los últimos 25 años, ha ocurrido una enorme sobre-producción de practicantes médicos mal educados y pobremente entrenados, sin tener en cuenta la salud o los intereses del público. Esta sobre-producción es principalmente debido a la existencia de un gran número de escuelas comerciales, sostenidas en muchos casos por métodos propagandísticos, en los que una masa de jóvenes son rescatados de ocupaciones industriales para estudiar medicina".

Flexner recomendó reducir el número de escuelas y, en consecuencia, el número de estudiantes. Sugirió que las escuelas médicas se articularan con las universidades y que se integrara la enseñanza práctica en los hospitales. Exigía dos años de ciencias a los estudiantes que quisieran ingresar. Propiciaba la investigación científica en laboratorios específicos. Fomentaba la dedicación exclusiva de los docentes.

El Reporte revolucionó la educación médica en los Estados Unidos y sus postulados se mantienen a través de los años. Entre 1910 y 1935, más de la mitad de las escuelas médicas americanas cerraron o se anexaron a otras. El progreso se hizo evidente y la medicina alcanzó estándares de excelencia que beneficiaron a la población. El mismo Flexner reportó en 1943 que solo funcionaban 60 escuelas. Ese mismo año se creó el Liaison Committee on Medical Education (LCME) o Comité Intersectorial para la Educación Médica, que es hasta hoy la autoridad nacional para acreditar escuelas de medicina y es patrocinada por la Asociación de Facultades de Medicina Americana y la Asociación Médica Americana. Esta acreditación es imperativa para que los alumnos puedan tomar el examen de licenciatura médica en los Estados Unidos. En el Perú no hay tal examen, solo basta colegiarse.

En 2012, la población de los Estados Unidos alcanzó 312'800,000 habitantes. Esto explica que el número actual de escuelas médicas aumentara a 130, lo cual establece una relación de 2'400,000 habitantes por facultad.

En el Perú de hace 25 años, existían 7 escuelas médicas, pero hoy funcionan 32 para nuestros 30 millones de habitantes (937,000 por facultad). Si tan solo la relación fuese de 2 millones de habitantes por facultad, tendríamos 15 escuelas médicas en el país. Una primera conclusión es que tenemos demasiadas escuelas médicas. Otras dos preguntas básicas son: ¿Cuál es la calidad de las escuelas? y ¿qué indicadores de buena preparación tiene el graduado?

El control de calidad de una escuela lo lleva a cabo el proceso de acreditación. Recientemente, en el Perú, la gran mayoría de escuelas médicas han acreditado, pero la metodología empleada adolece de serios cuestionamientos, pues carece de la objetividad que aportan pedagogos no médicos, como sí sucedió hace un siglo en los Estados Unidos con la participación de Abraham Flexner.

El carnet de colegiatura del recién graduado médico peruano no es un indicador de óptima preparación para mostrar a la población que requiera sus servicios profesionales. Lo que falta es el certificado de licenciatura o licencia para practicar medicina, que se obtiene en países avanzados mediante exigente examen. Las escuelas médicas peruanas, desde el año 2003, llevan a cabo un "examen nacional de graduación" que, al ser secreto al público, palidece por comparación con el Examen de Licenciatura Médica de los Estados Unidos, Canadá o de países europeos.

La población peruana tiene todo el derecho a recibir la misma consideración que los sistemas educativos ofrecen en tales naciones. Declaraciones ampulosas publicadas en diarios no son suficientes. En una próxima entrega, presentaremos alcances puntuales sobre una verdadera reforma en nuestra educación médica.