Nacer en el Perú y graduarse de médico
explica que alguien crezca agradecido a la Virgencita del Morro Solar, pero lo
inusual de vivir períodos iguales en sus siguientes 60 años en Estados Unidos y
Perú, convierte aquel agradecimiento en una permanente devoción.
85 años después, pontificar sobre
momentos relevantes en una afortunada existencia es vano, fatuo e
inconsecuente. Lo personal solo abarca un pequeño grupo familiar, amical y
humano. Lo fundamental es reconocer si queda algo inconcluso por lograr, si hay
todavía un camino por andar. Ya lo decía el gran poeta español Antonio Machado:
“Caminante, no hay camino, se hace camino al andar”. Por ello, en este mi último blog, quisiera
describir un camino que llevaré a mi sueño eterno, pero espero que algún día no
muy lejano, conduzca a dichosa realidad.
Ante todo, mirando al territorio
presente, veremos que unos dos millones de peruanos laboran en el sector
público del elefantiásico Estado peruano. Aquí se incluye a caviares y
corruptos que, según la Contraloría, ocasionó un gasto de 24 mil millones de
soles en 2023. Por otro lado, el actual Congreso de la República se ha
convertido en una voraz agencia de empleos y hasta planea un presupuesto de 1700
millones de soles para 2026. Adicionalmente, en medio de un proceso electoral
con casi 40 aspirantes a coronarse presidente o senador, una reciente
publicación insólitamente afirmaba que: “Votamos mal hace 4 años, pero no
caímos al abismo porque la economía nos sostiene. Están sobre la mesa reformas
de justicia, Estado, tributaria, laboral, educación y salud. Necesitamos
corregir la infraestructura con un shock de inversiones. Si votamos bien el
2026 estaremos listos para emprender el desarrollo”.
Gracias al antisistema y deficiente
Congreso que tenemos, en abril 2026, el pueblo se enfrentará a una complejísima
cédula electoral y votantes caracterizados mayormente por su deficiente
comprensión lectora, tendrán problemas para decidir su voto. El resultado puede
conducir a un mayor número de impresentables legisladores que los “elegidos” en
2021. Mientras tanto, típicamente, una gran parte de peruanos saborean su
presente, ya se están olvidando del pasado y solo se preocupan de un cercano
futuro.
Por el lado bueno, es cierto que en 2024
las exportaciones peruanas alcanzaron el 26.2% del PBI. De ese total, 62%
fueron mineras, 17% agrarias, 5% pesqueras y 16% fueron manufacturas no
tradicionales (químicos, textiles, siderometalúrgicos, metalmecánicos y otros).
Entre enero y octubre 2025, nuestras exportaciones alcanzaron la cifra récord
de USD 71,181 millones. Desde el 2006, el país entero reconoce la
extraordinaria actuación de Julio Velarde en el BCRP para preservar la
estabilidad monetaria, administrar las reservas internacionales, la emisión de
billetes y monedas y su pedagógica orientación de las finanzas nacionales.
Revisando cifras precarias, el Banco
Central de Reserva, promedió un crecimiento anual de 1% del PBI para la década
2013-2023, lo que explica el incremento de la pobreza al 30% de la población. La
desnutrición resultante afectó nuestros indicadores de salud reportados por la
OMS en 2023, cuando nos asignaba el mediocre puesto global 12º entre 21 países
latinoamericanos. La salud se complica por la deficiente educación médica, originada
por el excesivo número de escuelas médicas que funcionan en el país. Los países
avanzados tienen una escuela por cada dos millones de habitantes, mientras que
34 millones de peruanos mantienen 50 “facultades de medicina”. Finalmente, el
gasto en planillas del sector salud se incrementó de S/. 9492 millones en 2021
a S/. 17032 millones en 2025, siendo su presupuesto total actual de S/. 33587
millones. Este negativo escenario solo puede ser posible en medio de una
abundante corrupción, que lleva a Transparencia Internacional a calificarnos
este año el puesto 128 entre 180 países.
El camino
Pero volvamos al camino que me queda por
andar. Habiendo completado seis décadas como médico, era natural que sea la
salud el campo por discurrir. Atrás quedaron inolvidables épocas formativas y
el privilegio de tratar infantes y niños en salas iluminadas. Fue hace una
generación que comencé a escribir sobre reformar la salud en el Perú, plasmando
el cómo en un libro digital publicado en junio 2024. Poco a poco había llegado
a la conclusión que la causa de nuestro subdesarrollo tenía una base científica
que se encontraba en el sector de la salud pública.
Como he descrito observando el territorio
presente, el Perú es un país de contrastes. Sus ingentes recursos naturales no
son suficientes para sacarlo del subdesarrollo. Mencionemos solo un ejemplo: Ocupa
el 8º lugar en el ranking mundial de países con mayor cantidad de agua. Tenemos
el río Amazonas, el lago Titicaca, 12200 lagunas, 1107 ríos, una variedad de glaciares
y otros acuíferos, todo lo cual suma 2 billones de metros cúbicos de agua por
año. Pero 10% de su población carece de agua potable y 30% de alcantarillado.
¿Cómo es posible que segmentos
importantes de los ciudadanos haya alcanzado los beneficios de la modernidad y
sucesivos gobiernos no hayan sido capaces de conquistar el desarrollo para
todos? Pienso que la respuesta debe hurgarse en la pobreza que aún afecta a
casi un tercio de la población. Ahí veremos un capital humano que adolece de
baja talla, bajo índice de masa corporal, pobre conocimiento, falta de
educación, disminuida capacidad de trabajo y por ende bajos ingresos,
deficiente reproducción y enfermedades crónicas como diabetes, enfermedad
cardiovascular, etcétera.
Estoy convencido que la pobreza en el Perú
es la causa de un círculo vicioso que deviene en una desnutrición crónica, la
cual afecta a madres gestantes, produciéndose un retardo en el crecimiento
fetal con serias e irreversibles alteraciones genómicas y neurológicas. Este
fenómeno de la desnutrición materno-fetal (DMF) es previsible, pero ha sido
ignorado durante décadas por las autoridades de salud. Y me temo que, si
hubiera sido conocido, podría haberse mantenido oculto por motivos ideológicos.
Durante más de un cuarto de siglo, el Ministerio
de Salud (MINSA) ha mantenido infructuosas campañas para erradicar la anemia
infantil en el Perú, que se mantiene en 42.8% en 2024. En un reciente simposio
organizado por el Colegio Médico y MINSA, se encontró que la anemia infantil
era ferropénica (bajo hierro) en menos del 50% de los casos y que
mayoritariamente era de tipo nutricional (hierro normal). El fracaso de las instituciones
públicas motivó la generosa intervención privada de grupos generalmente
empresariales en comunidades urbanas o rurales, muchas con cuantiosas
inversiones. Considero que la anemia infantil es una manifestación de la
pobreza, como lo demuestra el cuadro adjunto.
Las barras amarillas grafican % de pobreza entre 2004 y 2023. Los
puntos rojos muestran % de anemia infantil (6-36m). Las líneas azules indican %
de crecimiento del PBI entre 2005-2011, 2011-2020 y 2018-2023. Se observa el
descenso de la pobreza y la anemia con un PBI creciendo a 6.42% por año y el
retorno de ambas con PBI creciendo alrededor del 1%.
Por lo expuesto, si la anemia es un
síntoma de la pobreza, un gobierno democrático libre de corruptelas proveerá la
solución. Sin embargo, retrocediendo los tiempos al momento de la fecundación
de los futuros ciudadanos, encontraremos a quienes debemos auxiliar. De este
modo ingresaremos al camino correcto, el de la Prevención de la Desnutrición
Materno-Fetal.
El sueño actual
Hace tres lustros, junto con otros
colegas, empezamos a revisar prestigiosas publicaciones internacionales de
reconocidos expertos manejando gestantes con carencias nutritivas en países en
vías de desarrollo. Encontramos unos 50 artículos científicos escritos entre
2010 y 2020, que describían intervenciones nutricionales en madres gestantes
desnutridas y sus recién nacidos. Los seguimientos prolongados incluían la
medición del cociente intelectual de los niños a la edad de 8 años con el fin
de demostrar el éxito del manejo preventivo. Nuestra investigación fue reportada
en la revista médica de la Universidad Cayetano Heredia en junio 2021. No
encontramos publicaciones nacionales sobre el tema. Nosotros propusimos que
nuestro empobrecido capital humano es muy posiblemente originado por la
desnutrición de la gestante, que produce serias y frecuentes alteraciones en el
genoma del embrión y en el sistema nervioso fetal.
La desnutrición materno-fetal se presenta en países con una alta
incidencia de pobreza. La desnutrición afecta a la gestante, originando un
fenómeno metabólico en el útero que altera el desarrollo de los genes y el
cerebro del feto. Muchos bebes fallecen en el vientre materno y los
sobrevivientes tienen un alto porcentaje de irreversibles taras genéticas y
cerebrales. El selecto grupo de investigadores británicos publicaron en Lancet
que “la desnutrición materna e infantil produce millones de muertes en el
mundo, constituyendo el principal problema de salud pública para países en vías
de desarrollo”.
En 2021, un grupo de investigación neurológica
colombiano estudió la asociación de la nutrición de gestantes y el desarrollo
neurológico fetal. Revisaron 3590 artículos publicados en las dos décadas
previas y seleccionaron 84 estudios. La abundante información demostró que la
desnutrición durante la gestación está relacionada con la falta de crecimiento
y maduración del cerebro fetal. Y detallaron los efectos neurológicos causados
por la falta de proteínas y ácidos grasos como Omega 3, y los llamados
micronutrientes, no solo hierro, sino también iodo, vitamina A, ácido fólico y
la colina de la vitamina B.
El párrafo precedente es la más completa
evidencia científica que asocia la desnutrición con el pobre desarrollo
cerebral. Se aprecia un listado de macro y micronutrientes que afectan las funciones
cerebrales. El hierro es tan solo un factor de muchos otros. En el Perú, la
llamada “lucha contra la anemia” se basa en el suplemento de hierro, a pesar
que hace poco encontraron que menos del 50% de las anemias eran ferropénicas y
la mayoría eran asociados a desnutrición “solamente”.
En el Perú, la ciudadanía desconoce mayoritariamente
el problema que estamos discutiendo. Los políticos presentan su plan de
gobierno afirmando que, en salud, desaparecerán la anemia infantil en 5 años.
Avances quirúrgicos son anunciados por la prensa con fruición. Pero el
nacimiento de inocentes con taras genéticas y cerebrales durante décadas no es
noticia. ¿Cómo no albergar el sueño de lograr prevenir el infortunio de
vivir en un país indiferente o ignorante de su principal problema de salud
pública? Los diagnósticos y demás estudios sanitarios han sido suficientes
por su inconsecuencia. La intervención nutricional ya existe con detalle. Solo tenemos
que aplicarla sin demora. Nosotros proponemos dos etapas a seguir.
PLAN PILOTO
1. Es un paso necesario para conformar un
equipo especializado que sea entrenado y aplique la intervención nutricional
reportada, en 5 distritos de Lima, durante un período de 1-2 años. Creemos que
la Municipalidad Metropolitana de Lima, con sus Hospitales de la Solidaridad, sería
la institución idónea para llevar a cabo esta tarea.
2. Identificar a gestantes en situación
de pobreza y desnutrición, siguiendo criterios actuales del INEI. Ofrecerles su
inclusión en el programa de prevención de la DMF.
3. Intervención nutricional. Cada
gestante recibirá una evaluación médica completa, incluyendo el índice de masa
corporal y ecografías prenatales. Evaluadas las futuras madres, la intervención
nutricional incluye dos categorías:
-Materna: Gestantes recibirán una dieta hiperproteica con omega 3 y
micronutrientes (hierro, zinc, iodo, vitamina A, ácido fólico y vitamina B).
Cada paciente recibirá controles prenatales hasta completar sus embarazos. En
cada caso, el crecimiento intrauterino y posibles anomalías serán investigados.
El trabajo de parto será hospitalario. Detallada información familiar es
fundamental.
-Recién nacidos: Si las gestantes asumen lactancia materna, la nutrición
se realizará con leche materna fortificada hasta alcanzar 24 cal/onza. Si no se
elige lactancia materna, la nutrición se hará con una fórmula enriquecida para
alcanzar 24 cal/onza. De acuerdo con el estudio pionero de Lucas en 1998, la
intervención nutricional neonatal será de cuatro semanas. Luego, se mantendrá
una adecuada nutrición en los primeros dos años de vida.
INSTITUTO DE PREVENCION DE LA DMF
Esta institución se creará
durante la duración del programa piloto.
Se trata de un organismo especializado y autónomo, tipo Banco Central de
Reserva, para gestionar a nivel nacional el programa derivado del proyecto
piloto, asegurando la continuidad institucional, libre de influencias gubernamentales
y políticas. Deberá contar con un Directorio ad-honorem, elegido cada 1-2
años y con prominentes profesionales y técnicos peruanos contratados a tiempo
completo mediante estricto concurso nacional. El presupuesto será auditado
anualmente por acreditadas firmas nacionales o extranjeras.
Es fundamental precisar que el
Instituto debería solicitar y contar con el reconocimiento y entusiasta apoyo
de las diferentes instituciones de salud del gobierno. Los investigadores de
este imprescindible organismo facilitarán frecuentes reportes y presentaciones
de los avances logrados.
Una función especial del
Instituto consistirá en el seguimiento médico de los neonatos intervenidos
nutricionalmente por 8 y 16 años, para medirles el Coeficiente Intelectual
(verbal, funcional y total) por el método de Weschler.
Un buen coeficiente de
inteligencia infantil es importante para una vida exitosa, producir liderazgos
y mejores logros escolares. Una fuerte inversión es necesaria, no solo durante
la presente sino también en la siguiente generación.
La cuantificación de los
fondos requeridos, escapa al conocimiento de los profesionales de la salud,
pero tenemos expertos economistas financieros que podrían no solo elaborar y cuantificar
los presupuestos, sino también interesar fundaciones nacionales o extranjeras
que hagan posible este sueño.
Pensamientos finales
El ocaso de una vida puede ser luminoso o nublado, corto o largo, sereno
o confuso. A mí me hace sentir agradecido, satisfecho, pero también muy
consciente de reconocer, como escribía al principio, si quedaba algo inconcluso
por lograr. No siendo más que un modesto escritor, pido disculpas al lector por
tener que superar dos mil palabras para explicar mi camino y mi sueño,
pero hay muchos peruanos inocentes que necesitan ser noticia. Reconozco
que me falta un listado de los costos para gestionar el Proyecto y el
Instituto, pero como decía Machado, el andar todavía me puede llevar a los
economistas financieros y los jóvenes profesionales salubristas y
nutricionistas que puedan completar el camino y llevar el sueño a una feliz
realidad.
El 23 de julio 2012, motivado por comentar abismales diferencias
sociales, éticas y culturales en el país que me vio nacer, decidí publicar mi
primer blog. Hoy, terminando el año 2025 y habiendo acumulado 139 publicaciones,
decidí escribir mi blog final. Dejo un camino bien andado y un hermoso sueño
por cumplirse. Confío que La Virgencita del Morro nos hará llegar su Manto
Protector.
Miraflores, 20 diciembre 2025.
Jorge Enrique Uceda del Campo
jorgeuceda.blogspot.com