martes, 28 de mayo de 2013


¡LA TAREA ES AHORA!

ORGANICEMOS UN BUEN GOBIERNO Y UNA BUENA REFORMA DE LA SALUD

 

Hace once años que el autor ha propuesto una Reforma de la Salud en el Perú, con datos permanentemente actualizados1. En 2011, Ollanta Humala asumió la Presidencia de la República y ahora confrontamos dos menudos problemas, el gobierno y la reforma.

Y es que reformar la salud está muy lejos de las improvisaciones de políticos de turno o dirigentes gremiales enquistados en puestos de poder. Hablamos de un proceso largo y costoso, inspirado en sistemas de países avanzados, los que discutidos en forma alturada y técnica, puedan finalmente ser aplicados a nuestra propia realidad, para lograr la atención de calidad que no puede aspirar hoy la mayor parte de la población.

Cinco años atrás, el Perú experimentaba un boom económico gracias a gobiernos democráticos que contaban con profesionales de primer nivel, cuya formación y experiencia era precisamente lo que un país pródigo en bienes naturales necesitaba para salir del subdesarrollo. Sin embargo, los presidentes que tuvimos se encontraron con la mesa servida y no se atrevieron a propugnar reformas que acompañaran la bonanza económica. Las cifras de crecimiento, buenas en su conjunto, pudieron haber sido mejores. Con todo, hay que reconocer que la pobreza cayó 25 puntos y la educación inició un cambio fundamental. El escaso civismo de la población era aún penosamente evidente.

Las mezquinas e irresponsables ambiciones políticas que históricamente han frenado nuestro progreso, nuevamente aparecieron con su negro manto en las elecciones presidenciales del 2011. La oscuridad se completó con una descarada infusión de petrodólares para promover una candidatura chavista, ante nuestro pusilánime poder electoral. La gente despertó de su letargo para vivir una realidad que ya casi dura un bienio. El candidato trocó su gran transformación por una hoja de ruta ante la presión empresarial y la opinión pública responsable; gracias a conductores económicos idóneos, continuó en piloto automático mientras que, con la excusa de la inclusión social, inició la práctica chavista de buscar clientelaje político (algo que odiaba Basadre).

Desde Octubre 2012, este blog ha advertido la inconsistencia de un gobierno mediocre, irresoluto, sin grandes logros, incapaz de diferenciarse de los caudillos latinoamericanos  que están destruyendo a pueblos hermanos. A principios de este mes, la prensa nos informa que cuarenta mil millones de dólares en inversiones están paralizados. Se ha hecho pues evidente que la economía se está frenando, las exportaciones disminuyen, el crecimiento parece detenerse y la confianza ciudadana está por los suelos. Y si la economía sufre, ¿qué podemos esperar del resto? La lista de reformas tan necesarias para el país pasan a un segundo plano. Sin embargo, la salud, como tantos otros derechos ciudadanos, no puede esperar. De ahí el título de esta nota.

Con respecto al gobierno, es preciso insistir que las fuerzas democráticas que aún nos quedan, deben reagruparse y formar un frente amplio de cara a las elecciones municipales del 2014 (excelente oportunidad para comprobar fortalezas y liderazgos) y luego, para un 2016 que nos permita enrumbar a un crecimiento y progreso nunca antes visto en el país. Mientras tanto, mal podemos sentarnos y esperar, como sugería algún periodista hace unos días. Ahora más que nunca la sociedad no puede bajar la guardia para impedir que el inquilino de palacio, sus congresistas y los tránsfugas que se le subieron al carro, se aventuren por caminos prohibidos. El pueblo sabe por dónde transitar y tiene que evitar caer en el mismo error del 2011. Para ello es menester que el civismo florezca y dé frutos, mediante una campaña nacional en donde la prensa responsable cumpla un rol preponderante. Un buen gobierno no ocurre por generación espontánea, un buen gobierno se organiza.

Solo cuando se haga realidad el párrafo precedente, los preparativos para una integral reforma de la salud pueden retomar el rumbo y llegar un día a la ambiciosa meta. Una nación orgullosa de sus gobernantes y sus gobernados estará a un paso de obtener grandes logros sociales. Los profesionales de la salud, renovados por su ciencia y su docencia, desarrollarán modernas acciones preventivas y cuidarán la salud con absoluta dedicación y honestidad.

Pero la tarea empieza ahora.

Miraflores, 28 Mayo 2013.

 

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1. A LA OPINION PÚBLICA: REFORMA DE LA SALUD EN EL PERÚ - 2013