sábado, 15 de febrero de 2014


HABLANDO DE LA REFORMA DE LA SALUD

… Y PASÓ EL 2013

Los años trascurrieron hasta completar otra década. Los esfuerzos por llegar a la población para contarles cómo lograr una duradera reforma de la salud en el Perú no han tenido éxito hasta ahora. Leyendo las memorias de Pablo Neruda, encuentro su descripción de los ríos helados en las afueras de Moscú, donde en la inmensa blancura destaca un puntito que corresponde a un pescador ensimismado en hacer un hoyo para pacientemente sentarse hasta obtener su recompensa. El poeta chileno sugiere que la labor del escritor se asemeja a la desafiante faena del pescador ártico. En realidad, la persistencia es absolutamente necesaria para obtener logros fundamentales en todo orden de cosas, más aún si ambicionamos superar la mediocridad con que se maneja la salud en nuestro país. Se trata de no contentarnos con metas modestas, así no se obtiene el éxito. Hay que aspirar a ser los mejores, los peruanos nos tenemos que volver competitivos. El tan mentado "poco a poco" es propio de los rezagados, de los que siempre tendrán carencias. La comunicación con la ciudadanía debe ser fluida y constante. Es una lástima que los programas televisivos contribuyan al embrutecimiento general, que diarios y revistas estén muy lejos de contribuir al civismo de la población. Los políticos y la clase gobernante ciertamente también dejan mucho que desear. En consecuencia, solo nos queda la esperanza de que las redes sociales llevarán este mensaje en  2014.

Cuando hablamos de mediocridad en salud, no nos referimos a los profesionales de la salud sino a las clases dirigentes, que a través de los últimos 50 años han sido los responsables de producir y mantener políticas obsoletas, conformando instituciones con un status quo jerarquizado, desordenado, ineficiente, cargado de prejuicios y mezquindad para con los jóvenes destacados. El resultado es un sistema de salud desorganizado y atrasado en el tiempo, a pesar del despegue económico de las últimas dos décadas. Esta verdad está claramente demostrada por la Organización Mundial de la Salud, por el Índice de Competitividad Global publicado anualmente por el Foro Económico Mundial y por el Índice de Libertad Económica 2014 de la Heritage Foundation. Esta última publicación concluye que los países con mayor libertad económica tienen un rendimiento superior en crecimiento económico,  ingreso per cápita, sistema de salud,  educación, protección del medio ambiente, reducción de la pobreza y bienestar en general; de 177 países, Chile figura en el puesto 7, después de Hong Kong, Singapur, Australia, Nueva Zelandia, Suiza y Canadá; el Perú marcha en puesto 44, siguiendo a Uruguay (36) y Colombia (37).

Como nosotros vivimos de espaldas a la realidad, este gobierno continúa creyendo que están haciendo una reforma de la salud y los políticos de la medicina permanecen perdidos en el espacio. La prensa sigue ocupada en temas coyunturales, probablemente esperando que los candidatos comiencen a pregonar toda clase de ofertas. Mientras tanto, nuestros pobladores del ande, en la selva y en las zonas deprimidas de la costa, pasaron otro año sin agua ni alcantarillado, sin que tengan cerca una posta médica equipada con lo esencial y atendida por bien remunerados  profesionales de la medicina comunitaria y la medicina familiar. La mortalidad materna muy probablemente ocurrió pero hasta allí no llegaron los estadísticos. Y los infantes murieron porque las heladas fueron muy fuertes. Y los neonatos con malformaciones congénitas seguían con su alta mortalidad, pues eran casos muy complicados para los pobres de este mundo. Hay casos que llegan a la capital, pero los diferentes tipos de tratamiento y especialmente los resultados carecen de seguimiento. No abundan publicaciones científicas de estas y otras enfermedades, pero lo más importante es que no hay órganos de control de responsabilidad y menos de calidad. Esto constituye una especie de trabajo informal donde "nadie sabe nada". Como todo este sufrimiento no es noticia, los que se enteran son solo los peruanos afectados. La mayoría permanece en su limbo mientras no pierdan su propia salud.

Solo a través de las redes sociales podremos concientizar nuestra población sobre la necesidad de leer el por qué y el cómo realizar una verdadera reforma de la salud. Nosotros no podemos capitular en este noble empeño. Algún día pasará aquí lo que pasó allá.

 

Miraflores, 17 Febrero 2014.

Jorge E. Uceda